Suecia (Avenida)

Si te gustan nuestros artículos puedes suscribirte a los boletines semanales con las últimas noticias sobre la historia de Valencia

Distrito: Pla del Real

Barrio: Exposiciò

Suecia (nombre oficial Konungariket Sverige, Reino de Suecia).

Forma parte de la Unión Europea desde el 1 de enero de 1.995.

Monarquía constitucional del norte de Europa que ocupa el sector oriental de la península Escandinava. Limita al norte y al oeste con el mar del Norte y Noruega, al noreste con Finlandia, al este con el golfo de Botnia y el mar Báltico y al suroeste con los estrechos de Öresund, Kattegat y Skagerrat. Posee las islas Gotland y Öland en el mar Báltico.

Tiene fronteras terrestres con Noruega y Finlandia, y está conectado a Dinamarca por el puente de Öresund.

Suecia tiene una superficie total de 450.295 km2, en el 2.015 contaba con una población total de poco más de 9.7 millones de habitantes es el cuarto país europeo más extenso, Tiene una densidad de población de solo 22 h/km², similar a otros países de su entorno.

Estocolmo es la capital y la ciudad más grande de Suecia.

Cerca del 84 % de la población vive en zonas urbanas.

Los suecos disfrutan de un alto nivel de vida, y el país es generalmente percibido como moderno y liberal, con una organización y cultura corporativa que no es jerárquica, y colectivista en comparación con sus homólogos anglosajones. La conservación de la naturaleza, la protección del medio ambiente y la eficacia energética son, por lo general, una prioridad en la formulación de políticas y cuentan con acogida por gran parte del público.

En los siglos XIII y XIV, el establecimiento de un sistema feudal permitió que una aristocracia enriquecida absorbiera el poder decreciente de la monarquía.

La Suecia moderna surgió de la Unión de Kalmar en 1.397, y de la unificación del país por el rey Gustavo Vasa en el siglo XVI. En el siglo XVII, amplió sus territorios para formar el Imperio sueco. La mayor parte de los territorios conquistados fuera de la península escandinava se perdieron durante los siguientes siglos. La mitad oriental de Suecia constituida por la mitad oriental de Norrland y Österland se perdió frente a Rusia en 1.809. Desde 1.814, no ha participado en ningún conflicto, manteniendo una política exterior de paz y neutralidad en tiempo de guerra.

Imperio sueco

Durante el siglo XVII emergió como una potencia europea.

Antes del surgimiento del Imperio sueco, era un país muy pobre, escasamente poblado, y con poca participación en asuntos internacionales.

Fue repentinamente convertido en una de las naciones líderes en Europa por Axel Oxenstierna y el rey Gustavo II Adolfo de Suecia, gracias a la conquista de territorios de Rusia y Polonia-Lituania, pero también gracias a su participación en la Guerra de los Treinta Años, la cual la convirtió en el líder continental del protestantismo hasta el colapso del imperio en 1.721.

La guerra de Gustavo II Adolfo en contra del Sacro Imperio Romano-Germánico tuvo un alto costo para este último, donde un tercio de la población murió y casi la mitad de los Estados que lo componían fueron ocupados por los suecos. El plan de Gustavo II Adolfo era aventajarse del conflicto armado para expandir los límites de su reino. Sin embargo, Gustavo II Adolfo murió después en la batalla de Lützen de 1.632, dejando el trono a la menor Cristina de Suecia. Después de la batalla de Nördlingen, Suecia se retiró porque se cansó de las penurias de la guerra y perdió su poderío en la zona sur de la actual Alemania, y las provincias conquistadas se separaron del dominio sueco una a una, dejándola con solo un par de territorios en el norte: Pomerania Sueca, Bremen-Verden y Wismar.

A mediados del siglo XVII, Suecia era el tercer país más extenso en Europa, solo superado por Rusia y España.

En 1.658, alcanzó su máxima extensión bajo el reinado de Carlos X Gustavo de Suecia (1.622-1.660), poco después de la firma del Tratado de Roskilde. A mediados del siglo XVI, el rey Gustavo I convirtió al país al protestantismo y realizó una serie de reformas económicas. Durante el siglo XVII, el país se vio envuelto en varias guerras, como la que sostuvo contra Polonia-Lituania, en la que ambos compitieron por los territorios de los Países Bálticos hasta la batalla de Kircholm ocurrida en 1.605, la cual es considerada una de las peores derrotas del ejército sueco.

Este periodo también fue testigo de “El Diluvio”, la invasión sueca de la Unión de Polonia-Lituania. Después de más de medio siglo de una guerra casi constante, la economía sueca se deterioró seriamente. Reconstruir la economía y recuperar el poder militar se convirtió en una labor que se extendió durante toda la vida del sucesor de Carlos X, Carlos XI de Suecia (1.655-1.697). El legado para su hijo, Carlos XII, fue uno de los mejores arsenales en el mundo, un numeroso ejército y una gran flota.

En 1.700, después de la batalla de Narva (una de las primeras batallas de la Gran Guerra del Norte), el Ejército Ruso, peor equipado y entrenado y desmoralizado por la retirada de Pedro I de Rusia antes de la batalla, fue severamente diezmado, dándole a Suecia la oportunidad de invadir Rusia. Sin embargo, Carlos XII no persiguió al Ejército Ruso, sino que se dirigió a Polonia-Lituania y en 1.702, derrotó al rey polaco Augusto II y a sus aliados sajones en la batalla de Kliszów. Después de la exitosa invasión a Polonia, Carlos XII tenía preparado el terreno para invadir Rusia atacando su capital, Moscú, desde Ucrania. Además de su ejército contaba con la ayuda de cerca de 2.000 cosacos ucranianos. Pero en esta ocasión el ejército zarista estaba mejor preparado y motivado, y después de acosar a los invasores con los jinetes cosacos y rebajar sus suministros con técnicas de tierra quemada, en 1.709 Pedro I derrotó decisivamente a los suecos en la batalla de Poltava. Los suecos fueron perseguidos, rindiéndose tres días después en Perevolochna. Esta derrota significó el comienzo del derrumbe del Imperio sueco.

En 1.716, Carlos XII intentó invadir Noruega, sin embargo, su avance fue frenado por los noruegos en 1.718, con el asedio de la fortaleza Fredriksten. Los suecos no fueron derrotados militarmente en Fredriksten, pero la organización y estructura de la campaña noruega llevaron a la muerte del rey y a la retirada del ejército. Forzada a ceder grandes extensiones de tierra en el Tratado de Nystad de 1.721, también perdió su lugar como imperio y como el Estado dominante del mar Báltico. Con la pérdida de la influencia sueca, Rusia emergió como un imperio y se convirtió en una de las naciones dominantes en Europa. En el siglo XVII, ya carecía de los suficientes recursos para mantener sus territorios fuera de Escandinavia, debido a lo cual perdió la mayoría de éstos, culminando con la pérdida del este de Suecia por Rusia, territorios que se convertirían en el Ducado de Finlandia semiautónomo en la Rusia imperial.

Después de que Dinamarca-Noruega fuera derrotada en las Guerras Napoleónicas, el 14 de enero de 1.814 Noruega fue cedida a Suecia a cambio de las provincias del norte de Alemania, en el Tratado de Kiel. Los intentos de Noruega por mantenerse como una nación soberana fueron repelidos por el rey Carlos XIII de Suecia. El rey lanzó una campaña militar contra Noruega el 27 de julio de 1.814, terminando con la Convención de Moss, la cual forzó a Noruega a una unión personal bajo el poder sueco, que duró hasta 1.905. La campaña de 1.814 fue la última guerra en la que su ejército participó como beligerante.

Historia moderna y contemporánea

En los siglos XVIII y XIX tuvo lugar un importante crecimiento demográfico, que el escritor Esaias Tegnér en 1.833 atribuyó a “la paz, la vacuna (contra la viruela), y las patatas”. Entre 1.750 y 1.850 la población sueca se duplicó. De acuerdo a algunos especialistas, la emigración en masa hacia Estados Unidos se convirtió en la única forma de evitar el hambre y la rebelión; más del 1 % de la población emigraba anualmente durante la década de 1.880. Por entonces, seguía en la pobreza, con una economía básicamente agrícola, pese a que Dinamarca y otros países de Europa Occidental ya habían comenzado a industrializarse. Entre 1.850 y 1.910 más de un millón de suecos migraron hacia los Estados Unidos y a principios del siglo XX, había más población de origen sueco en Chicago que en Gotemburgo (la segunda ciudad más grande de Suecia). La mayoría de los inmigrantes suecos se establecieron en el Medio Oeste estadounidense, alcanzando una gran incidencia en la población de Minnesota. Como destinos secundarios, otros grupos de inmigrantes se dirigieron a Delaware y Canadá.

Si bien su proceso de industrialización se desarrolló lentamente, la agricultura experimentó cambios importantes debido a las innovaciones tecnológicas y al crecimiento de la población. Estas innovaciones incluían programas del gobierno de cercamiento, sobreexplotación de las tierras agrícolas y la introducción de nuevas semillas de cultivo como el de la patata. Debido al hecho de que los campesinos suecos habían sido explotados como en ningún otro lugar en Europa, la cultura granjera sueca adquirió un papel protagonista en los procesos políticos, característica que se ha mantenido en el tiempo, con el Partido Agrario, (actualmente llamado Partido del Centro). Entre 1.870 y 1.914, comenzó el proceso de desarrollo de su economía industrial que perdura hasta hoy.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, se produjeron movimientos sociales y sindicales importantes, así como de grupos abstinentes y religiosos independientes, que comenzaron a presionar por un Estado democrático. En 1.889 se fundó el Partido Socialdemócrata Sueco. Estos movimientos llevaron al país hacia una moderna democracia parlamentaria, alcanzada en la época de la Primera Guerra Mundial. Como la Revolución Industrial avanzaba durante el siglo XX, la población rural comenzó a migrar hacia las ciudades para trabajar en las fábricas y así poder ser eventualmente incluidos en los sindicatos. En 1.917 tuvo lugar una revolución socialista que fracasó, la cual fue seguida en 1.921 por el establecimiento de una monarquía parlamentaria de tipo democrático.

Historia reciente

Durante la Guerra Fría adoptó públicamente una posición de neutralidad, pero de manera no oficial algunos líderes suecos mantuvieron conexiones estrechas con Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial, se aventajó de su infraestructura industrial intacta, estabilidad social y de sus recursos naturales para expandir su industria y apoyar la reconstrucción de Europa. Asimismo, formó parte del Plan Marshall y participó en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Durante la mayor parte de la posguerra, el país fue gobernado por el Partido Socialdemócrata Sueco (en sueco: Socialdemokraterna). Este partido estableció un modelo corporativista que favorecía a las grandes empresas capitalistas, pero también a los sindicatos, organizados en la Confederación de Sindicatos Suecos (LTC), afiliada al mismo partido. El Estado sueco adquirió un rol decisivo y la cantidad de empleados públicos aumentó notablemente entre 1.960 y 1.980. Finalmente, el país se abrió al comercio internacional y se orientó al sector manufacturero internacional, obteniendo buenas tasas de crecimiento hasta la década de 1.970.

Como otros países del mundo, entró en un periodo de declive económico luego de los embargos de petróleo de 1.973-1.974 y 1.978-1.979. En la década de 1.980, los pilares de la industria sueca fueron reestructurados en gran medida. Se canceló la construcción naval, se integró la tala de bosques al proceso de producción moderna de papel, se centralizó y especializó la industria del acero y la ingeniería mecánica se orientó hacia la robótica.

Entre 1.970 y 1.990 casi todos los impuestos fueron elevados más del 10 %. El impuesto de límite de ingresos para los trabajadores alcanzó más del 80 %, y el gasto público superó la mitad del PIB nacional, a la vez que su política económica era cuestionada por los economistas clásicos.

A principios de la década de 1.990, como el resto de países occidentales, el país cayó en una crisis fiscal. La respuesta del gobierno conservador fue reducir los gastos e instituir una serie de reformas para impulsar la competitividad, entre las que se encontraban reducir el Estado de bienestar sueco y privatizar bienes y servicios públicos. Las reformas le permitieron entrar en la Unión Europea, a la cual Suecia pertenece desde el 1 de enero de 1995, aunque sin adoptar el euro, pues decidió mantener la corona sueca como su moneda nacional.

Actualmente es uno de los países con más alto Índice de Desarrollo Humano, encontrándose entre las veinte economías más grandes del mundo. También suele participar en operaciones militares internacionales, incluyendo la guerra de Afganistán, donde las tropas suecas están bajo el mando de la OTAN; y en la Unión Europea apoyando operaciones de las “fuerzas de paz” en lugares como Kosovo, Bosnia-Herzegovina y Chipre. Además, el armamento utilizado por el ejército estadounidense en Irak es producido por varias empresas suecas.

Por la urbanización de la calle y su entorno, desaparece la calle General Pardo, anteriormente figuró como la número 146 del plano; el rótulo oficial se debe a un acuerdo municipal de noviembre de 1.959.

Fuentes consultadas:

  • Biblioteca valenciana

  • Wikipedia