Càrcer de Sant Vicent (calle)

Distrito: Ciutat Vella

Barrio: La Seu

Presó de Sant Vicent . Cárcel de San Vicente (en castellano).

El nombre de esta calle se debe a que en ella se veneraba, convertida en un pequeño santuario o ermita, el sitio que antiguamente fue la cárcel donde estuvo preso San Vicente Mártir.

La ciudad de Valencia acordó por deliberación, el 1 de junio de 1.685, y por providencia dada, que se arrendase el lugar y se pusiese una imagen de dicho santo para que pudiera recibir algún culto.

Con posterioridad, por deliberación de enero de 1.686 se compró la casa, que era propiedad del Marqués de Boil, disponiéndola para la veneración del santo, al que se le tributaba por los fieles una muy concurrida devoción en su día, el 22 de enero, básicamente desde 1.744.

Pudo ser este lugar el del martirio del patrón de Valencia, ocurrido en el año 304, en tiempos de Diocleciano, en este punto se levantó una capilla gótica, y recientes excavaciones han puesto de manifiesto que ya en época visigoda se veneraba ese lugar como el de dicho martirio del santo.

Con fecha 5 de mayo de 1.998, la alcaldesa de Valencia y autoridades, han dado por concluidas las obras con un acto inaugural, de conservación de cripta de un obispo visigodo, probablemente del santo martirizado tres siglos antes de su episcopado, San Vicente Mártir.

Al parecer, este pequeño callizo, estrecha y corta vía urbana, tuvo otros nombres: Cobertiç, Porget de Santa Tecla, Carabases, En Draper, Figuereta en 1.653, Presó de San Vicent en 1.764.

Fue rotulada por aveinament (acto jurídico por el que un individuo que se ha desavecinado de su anterior lugar de residencia pasa a ser vecino de otro lugar), por el año 1.764.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivos autores

  • Archivo del Reino de Valencia

  • Archivo Histórico Municipal

  • Biblioteca valenciana

  • Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia

  • Archivo de la Diputación provincial de Valencia

  • Hemeroteca valenciana

  • Wikipedia

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea