Cieza (calle)

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Distrito: L’Oliverta

Barrio: Soternes

Las calles de Valencia y su historia. Cieza (calle)

Cieza es un municipio perteneciente a la Región de Murcia, situado en la comarca natural de la Vega Alta del Segura de la que es capital

Superficie: 365,1 km²

Población: 34.987 habitantes (según censo del I.N.E. de 2.017)

Densidad de población: 95,83 hab./km²

Las calles de Valencia y su historia. Cieza (calle)

Cieza guarda muchos tesoros arqueológicos que abarcan diferentes épocas históricas: pinturas rupestres, poblados íberos, restos romanos, y la impresionante Medina Siyâsa (ciudad árabe), que domina el actual emplazamiento de Cieza desde la falda del Castillo y cuenta con exposición permanente en el museo de la ciudad.

Cieza se encuentra en la confluencia de dos grandes valles fluviales, el del río Segura, que entra por el oeste desde el cañón de Almadenes y el de la rambla del Judío, desde el noreste, lo que determina la disposición de los valles de su término con forma de Y.

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Historia

Poblada desde el Paleolítico, el área de Cieza es privilegiada por la abundante presencia de yacimientos arqueológicos prehistóricos, como los de Almadenes, La Serreta, y el Barranco de los Grajos, declarados Patrimonio de la Humanidad al poseer Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica.

De la Edad Antigua cuenta con los restos de un poblado íbero, llamado Bolvax.

También hay restos romanos en el mencionado yacimiento de La Serreta.

Los árabes, que habitaron la zona desde el siglo XI al XIII, dejaron un importantísimo patrimonio cultural y arqueológico.

El más importante yacimiento se encuentra en la ladera del castillo, la ciudad de Medina Siyâsa, donde se han encontrado numerosos restos de arquitectura decorativa árabe, arcos finamente decorados, cerámica policromada, cristal y metal.

Existe un museo arqueológico dedicado casi por completo a Medîna Siyâsa en la calle San Sebastián de Cieza.

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En 1.243, el entonces infante Alfonso de Castilla (Alfonso «El Sabio»), integra la Taifa de Murcia en la Corona de Castilla en virtud del Tratado de Alcaraz.

Tras el tratado, Medîna Siyâsa fue brevemente repoblada por cristianos.

Pero con la sublevación de los mudéjares murcianos en 1.264, el emplazamiento se abandonó (favoreciendo su conservación posterior), asentándose la población en la zona en la que se encuentran el Balcón del Muro y la ermita de San Bartolomé, siendo el germen de la actual ciudad.

Ya asentada en esta zona, la Cieza cristiana fue invadida el Domingo de Resurrección de 1.477 por tropas del todavía musulmán reino nazarí de Granada.

La localidad quedó entonces despoblada, pues las tropas musulmanas se llevaron a los ciezanos a Granada, y permanecieron presos en la Alhambra, en el patio hoy conocido como patio de Cieza la desdichada.

Tuvieron que acudir a la localidad vecinos del municipio de Jumilla para que los campos y huertas de Cieza no quedaran improductivos.

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Después los ciezanos presos pactaron con los nazaríes la liberación de algunos de ellos, que retornaron a Cieza, que después irían ahorrando hasta ir consiguiendo poco a poco el rescate de los demás que habían quedado presos.

Según cuenta la leyenda, en aquella fatídica fecha una muda que vio a los moros acercarse a la localidad, entró a la iglesia a avisar de esto, y, a pesar de ser muda, pudo decir «moros vienen».

En recuerdo de este acontecimiento quedó como lema del escudo de Cieza: Por pasar el puente nos dieron la muerte.

Los siglos XVI y XVII se caracterizaron por la rivalidad y las disputas entre las familias más influyentes de la entonces villa.

En el siglo XVIII, como recompensa por su apoyo al bando borbónico en la Guerra de Sucesión, Cieza recibió el título de «muy noble y muy leal«.

Desastrosa fue para Cieza la llegada de las tropas francesas ya vencidas en la Guerra de la Independencia, que pasaron por la localidad en el trayecto de su retirada, provocando estragos que dificultaron su posterior desarrollo.

Dicho desarrollo se vería facilitado después al quedar Cieza como cabeza de partido judicial, con la creación de éstos en 1.834.

Durante la Restauración Borbónica, el partido judicial de Cieza estuvo representado en Cortes por Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo (Kaulak), sobrino del Primer Ministro Antonio Cánovas del Castillo, lo que también contribuyó al desarrollo del municipio.

En 1.926, Alfonso XIII concedió a Cieza el título de ciudad, y a su Ayuntamiento el tratamiento de Excelentísimo.

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Habla Dialectal

El habla tradicional e histórica de Cieza se enmarca, junto al habla del Valle de Ricote, en el denominado dialecto murciano y concretamente en la subvariedad de la Vega Alta del Segura (Cieza, Abarán y Blanca).

Este dialecto se halla casi diluido con el castellano aunque aún persiste relativamente en los sectores de población de la huerta de Cieza (residual en la actualidad).

Se caracteriza por la no pronunciación de la «s» final, por la relajación de los participios, con la omisión de la «d» y por su entonación característica que hace única el habla de esta localizad murciana, pero sobre todo por el uso de palabras propias del vocabulario panocho.

También es frecuente la Metátesis y la sustitución recíproca de los fonemas «r» y «l» especialmente en sílabas trabadas o en sílabas inversas.

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Monumentos y lugares de interés

  • Río Segura: entre el Cañón de Almadenes y el Menjú, el río Segura a su paso por la Vega Alta es un atractivo natural idóneo para practicar turismo rural, para los excursionistas, para los aficionados al senderismo, para los paseos a caballo, y también para el piragüismo y los descensos acuáticos.

  • Basílica de Nuestra Señora de la Asunción: principal templo de la ciudad, declarado Bien de Interés Cultural y edificado en el siglo XVIII sobre una iglesia anterior de los siglos XV o XVI. De particular interés resulta su peculiar campanario, de planta octogonal, si bien sólo el primer cuerpo de este campanario data de la fecha de construcción del resto de la Basílica, pues los dos cuerpos posteriores datan del siglo XIX. En el interior del templo se conserva una importante colección de imaginería contemporánea, con presencia de piezas de autores tan capitales como González Moreno, Capuz, Planes, Pinazo o Álvarez Duarte.

  • Ermita de San Bartolomé: torre medieval transformada en iglesia en el siglo XVIII, donde se venera al patrón de la villa; destaca el «conjuratorio» o mirador desde donde se bendicen anualmente las cosechas.

  • Convento de San Joaquín y San Pascual: monasterio franciscano edificado en el siglo XVII, con un hermoso claustro, declarado bien de interés cultural. Habiendo sido convento de frailes franciscanos, primero, y de monjas, después, es en la actualidad una de las cinco parroquias católicas del municipio. En la actualidad se encuentra junto a él la Biblioteca Pública Municipal «Fray Pasqual Salmerón», así como el Archivo Histórico Municipal, en un local que en hasta la desamortización perteneció al propio convento (si bien el local ha sido muy remodelado y reformado desde entonces).

  • Balcón del Muro: Magnífico mirador construido sobre las antiguas murallas de la ciudad.

  • Mercado de Abastos: Edificio del arquitecto Carrilero, construido entre 1.927 y 1.929 con elementos ornamentales modernistas a base de yeserías.

  • Santuario del Buen Suceso: Templo patronal ubicado en lo alto de la sierra, en el paraje de La Atalaya, dominando toda la vega ciezana.

  • Convento de las Clarisas (Inmaculada Concepción): Fundado en el siglo XVIII. En su interior alberga al Niño de la Bola (un Niño Jesús de la escuela de Salzillo). También alberga durante la mayor parte del año la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza. Es el único convento que hay en la actualidad en Cieza funcionando como tal, pues el antiguo Convento de San Joaquín y San Pascual ahora es una de las cinco parroquias de Cieza. Recientemente, se colocó frente a este convento un monumento escultórico a la Semana Santa de Cieza, declarada de Interés Turístico Nacional.

  • Ermita del Cristo del Consuelo: Construida en el siglo XIX, se sitúa en la cima de una colina cercana a la ciudad que domina la vega del Segura. Alberga la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, en cuyo honor se celebró un año jubilar en 2.012-2.013. La imagen originaria, destruida durante la Guerra Civil, databa del siglo XVII. La imagen actual es una copia idéntica a la original de principios del siglo XIX que se encontraba en Caravaca de la Cruz, pero que fue trasladada a Cieza tras la destrucción de la imagen original.

  • Casa de las Artes: Antigua casa de los Marín-Barnuevo, ilustre familia ciezana. El edificio fue remodelado, hundiéndose y reedificándose en su mayor parte, si bien se ha conservado la preciosa fachada original. Alberga en la actualidad el Conservatorio Profesional de Música «Maestro Gómez Villa», la Escuela Municipal de Música y el Auditorio Carmelo Gómez Templado, y también se emplea para las clases de la Escuela Municipal de Folclore y para los ensayos del Grupo de Coros y Danzas de Cieza.

  • Arco de la Virgencica: Arco que marca la entrada al Callejón de la Virgencica desda la Calle Larga. Tiene una hornacina con una vitrina que deja ver una imagen de la Virgen, y de ahí el nombre del arco y del callejón. Su origen se remonta a los siglos XVIII y XIX, cuando en varios puntos de la localidad se colocaron imágenes de santos para proteger a los vecinos de las distintas epidemias. Todos ellos, salvo el Arco de la Virgencica fueron desapareciendo con el tiempo. Recientemente, en otros callejones cercanos se han construido un par de nuevos arcos con vitrinas que posibilitan la visión de imágenes religiosas que albergan en su interior.

  • Yacimiento Arqueológico de Medina Siyasa: Declarado Bien de Interés Cultural y situado en el Cerro del Castillo, conserva los restos de la antigua ciudad andalusí de Medina Siyasa. En el Museo de Siyasa se encuentran las reconstrucciones a escala real de dos de las casas halladas en el yacimiento.

  • Pinturas rupestres: En varias cuevas del Municipio hay pinturas rupestres de diversos periodos de la prehistoria. Destacan las de la Cueva de la Serreta, con vistas al Cañón de Almadenes y en cuyo interior hay además restos de una villa romana (la única hallada dentro de una cueva en la Península Ibérica), y las de los abrigos del Barranco de los Grajos, pues en ambos casos se hallan incluidas en el Catálogo de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, y por tanto, declaradas (al igual que las demás incluidas en dicho catálogo), Patrimonio de la Humanidad.

  • Paseo: Paseo principal de la ciudad. Está decorado con mosaicos con pinturas abstractas realizadas por el célebre pintor ciezano José Lucas. Algunos de los mosaicos se encuentran sobre el piso, y otros en estelas dedicadas a escritores, poetas, artistas. Es un habitual punto de encuentro para los ciezanos.

Esta calle, anteriormente, estaba señalada como calle 6ª del plano de Botánico.

El rótulo actual, Cieza (calle), fue autorizado por decisión municipal de abril de 1.959.

NOTA

Las calles de Valencia y su historia. Cieza (calle)

Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivos autores

  • Archivo del Reino de Valencia

  • Archivo Histórico Municipal

  • Biblioteca valenciana

  • Biblioteca valenciana digital

  • Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea

  • Vicente Gascón Pelegrí. Prohombres valencianos en Los últimos cien años, 1.878-1.978. Valencia.