Granada (calle)

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Distrito: Quatre Carreres

Barrio: Mont Olivet

La calle Granada comienza en la calle Pedro Aleixandre, 14 y finaliza en la avenida Amado Granell Mesado, 21.

Granada.

Granada es una ciudad y municipio andaluz, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Andalucía.

Está situada en la parte central de la comarca de la Vega de Granada, a una altitud de 680 metros sobre el nivel del mar, en una amplia depresión intrabética formada por el río Genil y por el piedemonte del macizo más alto de la península ibérica, Sierra Nevada, que condiciona su clima.

El municipio granadino es una de las treinta y cuatro entidades que componen el Área Metropolitana de Granada, y comprende los núcleos de población de Granada, Lancha del Genil, El Fargue y Bobadilla.

La ciudad es sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, máximo órgano del poder judicial autonómico, así como de la Universidad de Granada (UGR), de la Archidiócesis de Granada, de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental y del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra de las Fuerzas Armadas Españolas.

Los barrios que posee son muy diferentes entre sí, en parte por la diversidad de culturas y religiones convivientes y, ya en el siglo XX, por la continuada inmigración acaecida hasta la década de 1.990 en el contexto de la desruralización; los más importantes son el Zaidín, La Chana, Centro-Sagrario, el Realejo, el Albaicín, el Sacromonte y la Cartuja.

La Granada musulmana fue capital del Reino Zirí de Granada, durante el siglo XI, y del Reino Nazarí de Granada entre los siglos siglo XIII y siglo XV.

Tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos, se mantuvo como capital del Reino castellano de Granada, que ya era una simple jurisdicción territorial y que se mantuvo hasta 1.833, momento en que se produjo una nueva división provincial en España, todavía vigente.

Su escudo municipal ostenta los títulos de “Muy noble, leal, nombrada grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada”.

Granada constituye un núcleo receptor de turismo, debido a sus monumentos y a la cercanía de la estación de esquí de Sierra Nevada, así como a la zona histórica conocida como La Alpujarra y también a la parte del Mediterráneo conocido como la Costa Granadina.

De entre sus construcciones históricas, la Alhambra es uno de los monumentos más importantes del país, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1.994, junto al jardín del Generalife y el Albaicín.

Su catedral está considerada como la primera iglesia renacentista de España; anexa a la catedral se encuentra la Capilla Real, que alberga las sepulturas de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, así como de la reina Juana I de Castilla “la Loca” y el rey Felipe I de Castilla, “el Hermoso”.

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Superficie: 88,02 km²

Población: 228.682 habitantes (según el censo del I.N.E. de 2.022)

Densidad de Población: 2.644,51 hab./km²

Límites del término municipal de Granada

Granada limita al norte con Macarena, Pulianas, Jun y Viznar; al noreste con Huétor de Santillán y Beas de Granda; al este con Dúdar; al sureste con Pinos Genil; al sur con Ogíjares, La Zubia, Huétor Vega y Cenes de la Vega; al suroeste con Churriana de la Vega y Armilla; al oeste con Santa Fe y Vegas del Genil; y al noroeste con Atarfe.

Toponimia

En el siglo XI los ziríes trasladaron la capital de Medina Elvira (“Ciudad Elvira”) a Medina Garnata.

La etimología del topónimo es discutida y podría provenir tanto del árabe (Gar-anat, “Colina de peregrinos”) como del latín (granatum, “granado”).

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Geografía

El término municipal está situado en la parte más oriental de la depresión de Granada, en contacto con el piedemonte de Sierra Nevada (formación de unos 87,8 km²).

La depresión se sitúa estratégicamente en el Surco Intrabético.

De esta forma, a partir del pasillo de Iznalloz tiene acceso al desfiladero de Despeñaperros, que comunica a la región de Andalucía con el centro de la península ibérica; a partir de Valle de Lecrín tiene acceso a la Costa Granadina; por el Puerto de la Mora tiene acceso a las Hoyas de Guadix y Baza y por lo tanto a Almería y Murcia; por último, a partir del pasillo de Loja tiene acceso a Málaga.

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Historia

Edad Antigua

Los restos más antiguos que se han excavado en la ciudad de Granada se han datado hacia la mitad del siglo VII a. C. y corresponden a habitaciones pertenecientes a un oppidum íbero denominado Ilturir.

No se tiene constancia de asentamientos anteriores a esta época, aunque en las cercanías existieron poblados de importancia como lo fue el asentamiento argárico del Cerro de la Encina, en Monachil, a unos 7 kilómetros hacia el este, que fue abandonado hacia el año 1.200 a. C.; o el de final de la Edad del Bronce, del Cerro de los Infantes, en Pinos Puente, a unos 10 kilómetros al oeste, fechado entre el 800 a. C. y el 700 a. C. y que, posteriormente, continuó siendo un poblado con el nombre de Ilurco.

Ilturir ocupaba unas 5 hectáreas (50.000 m2) en la cima de la colina de San Nicolás, en la margen derecha del río Darro, justo donde enfila la vega del río Genil.

Estaba rodeada de una muralla que, en el siglo VI a. C., se amplió como consecuencia del crecimiento poblacional.

En el siglo IV o III a. C., pasó a ser conocida por el nombre de Iliberri y quedó incluida en el área controlada por los bastetanos y, desde una perspectiva más económica que militar, por los cartagineses.

La derrota definitiva de Cartago en la segunda guerra púnica abrió las puertas de la ciudad a los romanos.

Algunos autores indican, basándose en Tito Livio, que las tropas de Emilio Paulo fueron derrotadas en Ilurco, hacia el año 190 a. C., antes de que Tiberio Sempronio Graco conquistara toda la zona, hacia 180 a. C.

No obstante, parece más bien que la sumisión a Roma se produjo como consecuencia de un pacto o acuerdo.

Ilíberis, incluida en la Hispania Ulterior, obtuvo de César el título de municipio, con el nombre de Municipium Florentinum Iliberitanum, de forma que las fuentes romanas de los siglos siguientes la citan casi siempre como Florentia.

Más tarde quedó englobada en la Bética y, finalmente, hacia el siglo I, incorporada al Conventus Astigitanus.

Para algunos autores, se trató de una ciudad de gran relevancia.

Sin embargo, las excavaciones arqueológicas no han convalidado este carácter de ciudad importante, que dio tres senadores y un cónsul a Roma, además de ser sede de un Concilio cristiano, alrededor del año 304; en cualquier caso, debió quedar arruinada en algún momento de la Alta Edad Media, pues a comienzos del siglo VIII, el solar se encontraba despoblado.

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Historia

Edad Media

Al menos desde los tiempos de la creación del Emirato de Córdoba y hasta la caída del Califato, es decir, entre los siglos VIII y XI, el solar de la actual ciudad de Granada estuvo deshabitado, permaneciendo solamente los restos del oppidum ibérico, usado como fortaleza en los tiempos de la rebelión de los muladíes (siglo IX).

Algunos autores consideran que pudo subsistir algún pequeño núcleo o alquería alrededor de Hisn Garnata, nombre con el que se conoció en época musulmana a la antigua Ilíberis.

En cualquier caso, la ciudad importante en el período 712-1.012, fue la vecina Madinat Ilbira, unos 10 kilómetros al oeste, que llegó a ser la capital de la Cora de Elvira y una de las ciudades más importantes de al-Ándalus.

Las turbulencias que originaron la formación de los Reinos de Taifas dieron el trono de Granada a los ziríes.

El primero de ellos, Zawi ben Ziri, fundó la nueva ciudad de Madinat Garnata en 1.013, alrededor del castillo existente, abandonando Medina Elvira, que quedó despoblada alrededor del 1.020, y arruinada.

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Historia

Edad Media

A partir de entonces, la Granada musulmana tuvo tres fases claras de evolución:

  • Época zirí. La zona que inicialmente se ocupó, de forma intensiva, es la situada en el centro del actual barrio del Albaicín, conocida como Alcazaba Cadima (al-Qasba Qadima). Para finales del siglo XI, ya estaba urbanizada la mayor parte de la colina, rodeada por una muralla que aún subsiste en buena medida embutida parcialmente en el caserío urbano. La ciudad zirí tenía una extensión de 75 hectáreas (750.000 m2) y unas 4.400 casas repartidas en varios barrios situados en la colina del Albaicín.

  • Época bereber. La estructura urbana de la ciudad se modificó escasamente en el largo periodo de dominación de los almorávides y los almohades (1.090-1.269). Del análisis que de las fuentes árabes han hecho diversos autores se desprende que en época almorávide se amplió el recinto amurallado, abriéndose puertas como el Arco de las Pesas y Bib-Albunaida (Puerta Monaita), ambas aún en pie; también corresponde a esta época la desaparecida Bib-Alfajjarin, o de los Alfareros, y el castillo conocido como Torres Bermejas. Los almohades dejaron edificios de interés, como el Alcázar Genil, y amurallaron los arrabales del este, donde hoy está el barrio del Realejo.

  • Época nazarí. La creación del Reino de Granada impulsó el crecimiento y la riqueza de la ciudad, amurallándose los arrabales del Albaicín y levantándose la ciudad palatina de la Alhambra. Su construcción se inició por el rey Alhamar, aprovechando la existencia de una antigua fortaleza zirí. Su hijo, Muhammad II, erigió la mayor parte de las zonas palaciegas, y para el comienzo del siglo XIV existía ya una medina, con comercios, viviendas privadas y edificios comunitarios. La mezquita real fue edificada por Muhammad III y, para entonces, Madinat al-Hamra era ya un verdadero núcleo urbano. La ciudad nazarí quedó organizada en seis distritos amurallados, comunicados entre sí por puertas que se cerraban durante la noche, y cada uno de ellos dividido en barrios de diferentes tamaños y carácter. La ciudad permanecerá con esta estructura tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en 1.492, aunque los once años que siguieron a la entrega de la ciudad generaron cambios que acabarían por modificar de forma importante su carácter.

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Historia

El tránsito del reino nazarí a Castilla

A pesar de que, en 1.491, un poderoso ejército castellano, que ya había sojuzgado casi todo el territorio nazarí en los cuatro años anteriores, penetra en la Vega de Granada y pone sitio a la ciudad, esta no cayó como consecuencia de un enfrentamiento entre ambos ejércitos, sino mediante un proceso de negociación que culminó el 25 de noviembre de ese mismo año, con la firma en Santa Fe de las correspondientes Capitulaciones, en las que se pactó un plazo de dos meses para la entrega de la ciudad, aunque finalmente ese plazo no se agotó y la rendición se produjo el 2 de enero de 1.492.

Las capitulaciones eran muy generosas para los granadinos: podían seguir practicando libre y públicamente su religión, se respetarían sus propiedades y se mantendría la vigencia del derecho islámico en litigios entre muslimes, creándose la figura de jueces mixtos cuando se tratase de litigios con cristianos.

Se creó además un “ayuntamiento musulmán”, y se previeron franquicias fiscales por tres años.

Además, los reyes nombraron primer arzobispo de Granada a Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel y hombre moderado y con alta estima de la calidad moral de los vencidos.

Sin embargo, cuando en 1.499 la Corte se instala temporalmente en Granada, muchos se escandalizaron de la pervivencia del islam y de que la población asistiera masivamente a las mezquitas.

El nuevo confesor de la reina, fray Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo, inició una dura campaña de conversiones forzosas, con confiscación y quema de libros, encarcelamiento de alfaquíes y procesos inquisitoriales.

Se realizaron conversiones masivas, aunque ello no disminuyó la presión sobre la población granadina, pues como informó Diego Hurtado de Mendoza en el primer tercio del siglo XVI, “los cristianos nuevos, gente sin lengua y sin favor, encogida y mostrada a servir, veían condenarse, quitar o partir las haciendas que habían poseído, comprado o heredado de sus abuelos, sin ser oídos”.

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Historia

El tránsito del reino nazarí a Castilla

Esta política generó graves revueltas en el Albaicín, especialmente tras la conversión por Cisneros de mezquitas en iglesias, que se extendieron a otras zonas del reino, y que fueron sangrientamente reprimidas (1.499-1.501).

Los Reyes Católicos aprovecharon estos hechos para declarar nulas las Capitulaciones y ordenar una primera expulsión de moriscos y la reclusión de los restantes en un gueto situado en Bib-Rambla.

Para 1.519, Martín Fernández de Enciso comentaría que “Granada fue gran pueblo en tiempo de moros y agora no es tanto”.

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Historia

Edad Moderna

Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla, Granada se mantuvo en todo momento fiel a Carlos I y el marqués de Mondéjar, desde su puesto de Capitán General, se encargó de dominar la situación ante cualquier eventualidad.

No obstante, la ciudad no envío sus diputados a la liga de La Rambla, asamblea destinada a impedir que el movimiento comunero penetrase en Andalucía.

Al principio, ciertamente, pidió un aplazamiento de las reuniones para consensuar la cuestión con el resto de las localidades bajo su jurisdicción, pero debido a la poca disposición que mostraron Sevilla y Córdoba por su planteamiento, terminó negándose a enviar diputados.

Era pues, un asunto de honor respecto a su propia entidad como jurisdicción cohesionada.

Todos los viajeros y eruditos que visitaron Granada en el paso de siglo (del XV al XVI), mostraron admiración por sus edificios, especialmente la reina Juana y el rey Carlos I, quienes invirtieron grandes sumas en el mantenimiento y arreglo de la Alhambra y de otros edificios de interés, lo que facilitó la pervivencia de esta arquitectura.

Pero ello no obstó para que, desde un primer momento, se desarrollara una política urbanística de afirmación del nuevo poder, levantando edificios de gran relevancia en los espacios más representativos de la ciudad musulmana: La Capilla Real, mediante cédula de 1.504, en la que se depositaron los cuerpos de los reyes Isabel y Fernando, en 1.521; el Hospital Real, iniciado en 1.511; la catedral, planteada en 1.523; el palacio de Carlos V, en plena Alhambra, acordado por el emperador en 1.526; la Chancillería, comenzada en 1.531; etc.

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Historia

Edad Moderna

Su carácter claramente musulmán generó pronto una animadversión hacia su aspecto urbano, comenzando las autoridades castellanas a considerarse en la obligación de transformarlo para resolver los supuestos problemas derivados de esa situación.

Así, en 1.565, Felipe II llegó a calificar en numerosas ocasiones como “peligroso” al Albaicín, y dio instrucciones en ese sentido al corregidor local.

Este afán por extirpar el islam de la nueva ciudad, llevó a ir demoliendo las principales mezquitas: Ibn Gimara en 1.521, la de la Antequeruela en 1.540, la de la Alhambra en 1.576, etc., o transformándolas en iglesias cristianas.

A la vez, se produjo una “castellanización” de la trama urbana, ensanchando calles, eliminando cementerios y fundando conventos.

Se abren o reforman, a la vez, grandes plazas: Bib-Rambla, Campo del Príncipe (1.513), Plaza Nueva (antigua Hatabin, 1.515), etc., Bernard Vincent indica que, “en el XVI, Granada era una ciudad en obras”, conforme a un vasto programa de cambio, impulsado desde la monarquía de los Austrias.

Inicialmente, el Albaicín quedó fuera de esta política de transformación, pero como consecuencia de la sublevación de los moriscos (1.568), que fue iniciada desde el corazón del barrio, la población del mismo fue expulsada masivamente y, con ello, se produjo el abandono de viviendas, comercios y otros edificios, con lo que el barrio entró en un acelerado proceso de ruina (agravado por la rapiña de las tropas y las fuertes tormentas de 1.580), que lo hizo pasar de los 30.000 habitantes de 1.560 a los apenas 5.000 censados en 1.620.

Fue, precisamente, en el siglo XVII cuando el Albaicín adquirió la imagen tradicional que ha perdurado hasta hoy, con cármenes, huertas y hábitat poco denso.

Tras esta época de grandes cambios, la ciudad no sufrió modificaciones importantes en su imagen y estructura desde mediados del siglo XVI hasta mediados del XIX.

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Historia

Edad Moderna

Ello se explica por el fuerte declive que sufrió en la primera mitad de este periodo, tanto económica como socialmente, incapaz de resarcirse de la pérdida que supuso la castellanización (que afectó a actividades como la seda, o los cultivos de regadío) y la expulsión de los moriscos, además de una larga serie de catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, etc.) y epidemias, especialmente de tifus.

Así, la población descendió desde los casi 70.000 habitantes calculados para el primer tercio del siglo XVI, hasta los apenas 39.000 del censo de 1.718.

A lo largo del siglo XVII se originaron una serie de algaradas y “motines de subsistencia” debido a su mala situación económica, siendo los más graves los de 1.648.

Tanto censo como economía se recuperan durante el siglo XVIII, básicamente como consecuencia de una fuerte disminución de la tasa de mortalidad y por la inmigración desde el resto de España, lo que se manifiesta en su importante legado barroco, llegándose a superar los 50.000 habitantes hacia 1.752, según el Catastro de Ensenada, cifra que ya permanecerá estable mucho tiempo.

Como consecuencia, en esta última mitad del siglo XVIII se realizaron importantes obras urbanas: los paseos de la Bomba y del Salón, el Paseo del Violón, todos ellos junto al río Genil y la plaza de toros del Triunfo (1.768).

También se produjeron demoliciones de edificios emblemáticos, como el castillo de Bibataubín, o la propia Puerta Real (1.790).

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Historia

Edad Contemporánea

Siglo XIX

La llegada del siglo XIX encontró una ciudad sacralizada, conventual y burocrática, sede de la Real Chancillería, con Universidad y un amplio estamento militar, lo que suponía la estancia temporal de numerosas personas, potenciando el sector servicios, el comercio y la artesanía.

Además, la productividad agrícola de su vega la había convertido en una de las ciudades con renta más alta de España.

De hecho, Granada, era entonces la tercera capital en votos a las Cortes.

El clero, especialmente el clero regular, tenía un gran peso económico en la ciudad, en parte por sus grandes posesiones, en parte por sus actividades, que incluían la regencia de varias hospederías.

La estructura urbana seguía manteniendo un carácter medieval, al menos en los barrios intramuros, y se conservaba aún buena parte del caserío de época musulmana, lo que la hacía una ciudad pintoresca, pero insalubre.

A finales del siglo XVIII se había producido un gran desarrollo de las industrias complementarias de los cultivos de la seda, el lino y el cáñamo que produjo un fuerte crecimiento económico.

Pero ya a comienzos del nuevo siglo, este mercado comenzó a decrecer, en parte como consecuencia de la alianza de España con Francia en su guerra contra Inglaterra y posterior derrota de la armada franco-española en la batalla de Trafalgar (1.805), que acabó por cerrar el mercado inglés, principal destino de las hilazas granadinas.

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Historia

Edad Contemporánea

Siglo XIX

El 28 de enero de 1.810 las tropas francesas con el general Sebastiani al frente ocuparon Granada, permaneciendo en ella hasta el 16 de septiembre de 1.812.

Este breve período supuso una grave carga económica, debido a las innumerables obras de fortificación que Sebastiani, primero, y Leval, después, hicieron en los alrededores de la Alhambra y el Castillo de Santa Elena.

También desarrollaron algunas obras urbanas como el ajardinamiento de los Paseos del Salón y la Bomba y el puente Verde sobre el río Genil, situado al final de aquellos, aunque para levantar este desmocharon la torre del Monasterio de San Jerónimo, además de finalizar e inaugurar el Teatro de Napoleón (después, Cervantes).

Antes de abandonar la ciudad, destruyeron varias torres de las murallas de la Alhambra y otros edificios que tenían uso militar.

Toda la primera mitad del siglo XIX fue una época de declive económico, estancamiento demográfico y deterioro del caserío urbano, lo que agravó los problemas endémicos de salubridad.

A ello se sumó la pérdida de peso político y burocrático (por ejemplo, la Chancillería pierde su condición de tal y pasa a ser una Audiencia, que abarca solo a cuatro provincias).

Las sucesivas desamortizaciones no contribuyeron a mejorar la situación, impulsando, por el contrario, un proceso de destrucción del patrimonio histórico de proporciones hasta entonces desconocidas.

A partir del reinado de Isabel II el objetivo de las instituciones fue la modernización de la ciudad, la mejora de sus condiciones de salubridad y la renovación del caserío.

El inesperado auge económico que en las últimas décadas del siglo XIX supusieron las azucareras de remolacha, la primera de las cuales se instaló en 1.868, junto a la incorporación de Granada a la red de ferrocarriles, facilitaron esta labor impulsando el comercio y abriendo nuevas calles de formato moderno: embovedado del río Darro, creando así la calle Reyes Católicos; apertura de la Gran Vía de Colón (demoliendo numerosos caseríos de origen musulmán, incluyendo el palacio de Cetti Meriem); derribo del antiguo Zacatín, etc.

Así, Granada adquirió una imagen burguesa y modernizada, aunque a costa de mermar su patrimonio.

El profesor Gaya Nuño, dijo que “Granada era una de las dos ciudades de España que más pérdidas había sufrido en su patrimonio histórico, junto a Zaragoza”.

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Patrimonio histórico y monumental

La mayor riqueza artística de Granada es el arte hispanomusulmán y, en especial, la ciudad palatina de la Alhambra y el Generalife, este último un palacio de recreo con un jardín de planta actualmente romántica, destacable tanto por su emplazamiento y disposición como por la diversidad de flores, plantas y juegos de agua.

La Alhambra es la culminación del arte nazarí, obra que se realizó en los siglos XIII y XIV, correspondiendo la mayor parte de lo edificado a la época de Yusuf I y Mohamed V, entre 1.333 y 1.354.

En la actualidad, la fisonomía de la ciudad de Granada es típicamente burguesa, con mucho peso de la arquitectura del XIX y numerosos edificios renacentistas y barrocos.

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Patrimonio histórico y monumental

La Alhambra

La Alhambra, la ciudad palatina nazarí declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1.984 es, sin duda, el monumento más emblemático de Granada. Consta de una zona defensiva, la Alcazaba; otra de carácter residencial y representativo, los Palacios Nazaríes; y una última de ocio, el Generalife, que consta de palacio, jardines y huertas.

El actual conjunto arquitectónico de la Alhambra es obra de muchos siglos de ampliaciones y destrucciones. Las primeras obras de construcción de un palacio-alcazaba se deben al fundador de la dinastía nazarí Muhammad I, en el siglo XIII, si bien ya existía una fortificación anterior desde al menos el siglo IX.

Sucesivamente todos los gobernantes del Reino de Granada añadirán elementos a la edificación siendo especialmente importantes las obras realizadas durante los mandatos de Yusuf I y Muhammad V.

Tras la conquista castellana de la ciudad es durante el reinado de Carlos I cuando se realizan las mayores modificaciones destruyéndose parte del palacio nazarí para construir el llamado Palacio de Carlos V; las obras de este palacio, una de las obras más importantes del Renacimiento español, comenzarían en 1.533 y se prolongarían hasta 1.957.

Durante los siglos XVII y XVIII el monumento fue perdiendo poco a poco su importancia llegándose a construir viviendas en su interior utilizando elementos de los palacios originales.

Esto, unido a las voladuras realizadas por los ejércitos napoleónicos en su retirada de la ciudad en 1.812, fue causa de gran deterioro en las defensas y edificios de la Alhambra.

En 1.870 es declarada Monumento Nacional y comienzan las obras de restauración con expropiaciones de terrenos particulares y edificios construidos en su interior bajo la supervisión del recién creado Patronato de la Alhambra.

En la actualidad el conjunto de la Alhambra y el Generalife es uno de los monumentos más visitados de España.

El visitante accede a él a través de la Puerta de la Justicia para llegar a la Plaza de los Aljibes, desde aquí es posible visitar la alcazaba, fortificación militar edificada en el siglo XIV, armada con la gran Torre de la Vela y utilizada como control de acceso a los palacios y como defensa ante ataques a la edificación.

La plaza de los Aljibes también comunica el acceso principal con la zona residencial a través de la Puerta del Vino, en esta zona se diferencian los alcázares reales de la llamada Alhambra Alta, esta última era la zona de residencia de altos cargos granadinos, en este lugar es posible observar, entre otros edificios, el antiguo Convento de San Francisco (actualmente Parador Nacional) que albergó los cuerpos de los Reyes Católicos hasta la construcción de la Capilla Real.

Los palacios reales de la Alhambra, lugar de residencia y administración de los reyes de Granada y su familia, constan de una serie de edificios y patios construidos durante todo el periodo nazarí de la ciudad, pero no es de origen andalusí el primer edificio que ocupa su recinto, el palacio de Carlos V se encuentra desde el siglo XV en el lugar en el que anteriormente se localizaba la galería sur del Palacio de Comares.

Entre los palacios nazaríes destacan especialmente el palacio de Comares, edificado por Yusuf I y que contiene en su interior el Patio de los Arrayanes y el Cuarto Dorado y el palacio de los Leones, obra de Muhammad V y en cuyo recinto es posible visitar la Sala de Mocárabes, la Sala de los Reyes o el Patio de los Leones.

Entre los valores artísticos de estas construcciones destaca la decoración a base de yeserías con motivos epigráficos o geométricos que representan los máximos exponentes de esta técnica en la península.

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Patrimonio histórico y monumental

El Generalife

El Generalife es una zona de jardines anexos a la Alhambra que se convirtió en lugar de recreo y descanso de los reyes musulmanes granadinos cuando estos querían huir de la vida oficial del palacio.

Consta de un palacio y varios jardines, paseos y miradores resultado de las diferentes ampliaciones y modificaciones realizadas en el lugar, muchas de ellas del siglo XX.

El lugar fue urbanizado como huerta en el siglo XII por iniciativa de Muhammad II, en un principio sin pretender ser el lugar de ocio y descanso que tuvo más tarde.

La ampliación de 1.319, obra de Ismail I, supuso la llegada de las canalizaciones de agua procedentes del cercano río Darro y con ella la construcción de fuentes y sistemas de riego.

El espacio ocupado por los jardines se articula en torno a terrazas y está delimitado por altos muros en el más estricto modelo de jardín privado muy presente en la cultura medieval, de hecho, parte de estos jardines se encuentran dentro del Palacio del Generalife o limitados por sus estancias como el Patio de la Acequia o la Escalera del Agua donde además es posible advertir la importancia de las fuentes y canales en el concepto de jardín de la época.

Parte de la imagen actual de los jardines se debe a modificaciones posteriores a la época nazarí.

Las remodelaciones efectuadas después del siglo XV son habituales y muy patentes en algunas partes del conjunto.

En el Jardín del Ciprés de la Sultana, por ejemplo, el edificio y el estanque construidos se corresponden con el reinado de Felipe II.

También existen zonas, los miradores y jardines románticos, reurbanizados durante el siglo XIX según la mentalidad de la época.

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Patrimonio histórico y monumental

Catedral

La catedral de Granada se asienta sobre la Gran Mezquita nazarí de Granada, en el centro de la ciudad.

Se inició su construcción durante el renacimiento español, a comienzos del siglo XVI, poco después de la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos, encargando las obras a Juan Gil de Hontañón y Enrique Egas.

En el reinado de Carlos I de España se realizaron numerosas construcciones en la ciudad de Granada, por lo que la catedral es coetánea al palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería (tribunal supremo).

El templo se concibió tomando como modelo la catedral de Toledo, por lo que inicialmente fue un proyecto gótico, tal y como era habitual en la España de las primeras décadas del siglo XVI.

Sin embargo, cuando se relevó a Egas y se encargó la continuación de la obra a Diego de Siloé en 1.529, este retomó el proyecto aprovechando lo ya construido y modificó el planteamiento hacia una estética plenamente renacentista.

El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales.

A lo largo del tiempo, se continuaron desarrollando proyectos artísticos de importancia.

Es el caso de la reforma de la fachada principal, emprendida en 1.664 por Alonso Cano (1.601-1.667), en la que se introducen elementos barrocos.

En 1.706 Francisco de Hurtado Izquierdo y posteriormente su colaborador José Bada construyen el actual sagrario de la catedral.

De los componentes del templo destaca la Capilla Mayor, donde se encuentran las estatuas orantes de los Reyes Católicos, que está compuesta por una serie de columnas corintias sobre cuyo capitel se encuentra el entablamento y sobre este la bóveda, que se encuentra, al igual que los espacios inferiores sobre las columnas, horadada, albergando una serie de ventanales.

El sagrario, de 1.706, mantiene las proporciones clásicas del templo, manteniendo las columnas múltiples del crucero las formas del orden compuesto de Siloé.

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Patrimonio histórico y monumental

Capilla Real

La Capilla Real de Granada, obra Enrique Egas, es el edificio gótico más importante de la ciudad.

Sus obras se iniciaron en 1.505 después que los Reyes Católicos decidieran construir en la ciudad un mausoleo para ellos mismos y sus descendientes; en su interior se encuentran los sepulcros de Isabel I de Castilla, Fernando II de Aragón, Juana la Loca y Felipe el Hermoso si bien el resto de los monarcas españoles fueron desde 1.574 enterrados en el monasterio de El Escorial por expreso deseo del rey Felipe II.

El edificio se encuentra construido en el solar que hasta la conquista de la ciudad había ocupado la mezquita mayor de la ciudad.

Se encuentra adosado a la catedral granadina y a la lonja y en sus alrededores se encuentra el edificio de La Madraza y la alcaicería siendo el conjunto uno de los lugares más frecuentados de la ciudad.

En su interior destaca el retablo mayor, obra de Felipe Bigarny, y en cuya decoración intervino Diego de Siloé que también había intervenido unos años antes en las obras de la catedral.

La capilla conserva también obras pictóricas procedentes de la colección de Isabel la Católica, entre ellas dos tablas recientemente atribuidas a Juan de Flandes, copias del Tríptico de Miraflores de Rogier van der Weyden, y una Oración del huerto de Sandro Botticelli, además de obras de Pedro Berruguete o Alonso Cano.

Es muy importante desde un punto de vista histórico la presencia, junto a otros motivos iconográficos cristianos, de un relieve en el sotabanco del retablo mayor representando la entrega de las llaves de la ciudad por parte del rey nazarí Boabdil a los reyes de Castilla y Aragón.

Otro de sus principales valores artísticos es la Reja Mayor que delimita el espacio de la capilla de los reyes y que representa una de las más importantes obras de la rejería de la época.

La capilla fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1.884, actualmente Bien de Interés Cultural (BIC), y es el segundo monumento más visitado de la ciudad después de la Alhambra.

Patrimonio histórico y monumental

Albaicín

El Albaicín (o Albayzín) es un barrio de origen andalusí, muy visitado por los turistas que acuden a la ciudad, debido a sus connotaciones históricas, arquitectónicas y paisajísticas.

Declarado en 1.984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a la Alhambra y el Generalife, destacan sus construcciones y urbanismo de estilo morisco.

Escenario de algunos de los episodios más importantes de la Granada medieval desde su poblamiento en el siglo XI, el Albaicín conserva los restos de varios tramos de la antigua muralla árabe, como la muralla zirí de la Alcazaba Cadima, la muralla nazarí o las torres de la Alcazaba.

En los alrededores del río Darro se encuentra la Real Chancillería. Construida a partir de 1.526 por Diego de Siloé y declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1.977, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista de la ciudad.

El Albaicín suma a sus valores urbanísticos y arquitectónicos otros de índole paisajístico.

Son muy populares los diversos miradores allí establecidos que ofrecen al visitante atractivas vistas del conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife.

Los miradores de San Cristóbal o San Nicolás, muy transitados por turistas, son buen ejemplo de ello.

Patrimonio histórico y monumental

Sacromonte

El barrio de Sacromonte se halla en la colina de Valparaíso.

Este barrio es conocido por ser el antiguo barrio de los gitanos, que se asentaron en Granada tras la conquista de la ciudad.

Consiste en uno de sus barrios más pintorescos, cargado de tipismo, de cuevas encaladas, donde suenan rasgueos de guitarras, cantes y “quejíos”, por lo que con el tiempo se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de Granada.

En la cumbre de esta colina se encuentra la abadía del Sacromonte y el Colegio del Sacromonte, institución fundada en el siglo XVII, por el entonces arzobispo de Granada Pedro de Castro.

La Abadía del Sacromonte se construyó con la idea de guardar las supuestas reliquias de los evangelizadores de la Bética.

El complejo está formado por Las Santas Cuevas, La Abadía (siglos XVII-XVIII), el Colegio Viejo de San Dionisio Areopagita (siglo XVII) y el Colegio Nuevo (siglo XIX).

Patrimonio histórico y monumental

Cartuja

El monasterio de la Cartuja fue fundado en 1.506 por la comunidad de monjes cartujos del monasterio de El Paular.

El mecenas o promotor de la obra fue Gonzalo Fernández de Córdoba que donó para la edificación unos terrenos de huertas de su propiedad, con el fin de ser enterrado entre sus muros al amparo de las oraciones de los monjes.

El lugar era conocido desde antiguo como Aynadamar y había sido almunia musulmana.

El Monasterio sufrió grandes desperfectos durante la Guerra de la Independencia y perdió mucho terreno en 1.837 como consecuencia de la desamortización de Mendizábal.

En la actualidad el monasterio pertenece a la Orden de los Cartujos, dependiendo directamente de la Diócesis de Granada.

Destacan en el conjunto del edificio la portada con decoración plateresca a través de la cual se tiene acceso al edificio.

En su interior tras atravesar el patio principal se encuentra la iglesia, este edificio de estilo neoclásico posee una única nave se encuentra profusamente decorada con aportaciones de diferentes autores, a lo largo de los dos siglos en los que estuvo ocupado el monasterio.

A través del patio se accede también al resto de dependencias del conjunto, el Sancta Santorum, buen ejemplo del barroco andaluz, el Refectorio, las dependencias de los monjes o la Sala Capitular de Legos de estilo gótico, edificaciones todas ellas construidas entre los siglos XVI y XVIII.

Son muy destacables las diferentes imágenes, lienzos y retablos que decoran cada una de las estancias, todas ellas de gran importancia artística.

Así es posible observar pinturas de Juan Sánchez Cotán, esculturas de José Risueño o muebles de taracea realizados por José Manuel Vázquez.

El rótulo actual, Granada (calle), fue autorizado por decisión municipal.

NOTA

Las calles de Valencia y su historia. Granada (calle)

Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea.

  • Vicente Gascón Pelegrí. Prohombres valencianos en Los últimos cien años, 1.878-1.978. Valencia.

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873