Álvaro de Bazán (calle)

Álvaro de Bazán (calle)

Distrito: El Pla del Real

Barrio: Jaume Roig

Calles de Valencia y su Historia. Álvaro de Bazán (calle).

Álvaro de Bazán (calle)

Álvaro de Bazán y Guzmán (Granada 12 de diciembre de 1.526 – Lisboa, Portugal; 9 de febrero de 1.588), Ier Marqués de Santa Cruz, Grande de España, señor de las villas del Viso y Valdepeñas, comendador mayor de León y de Villamayor, Alhambra y La Solana en la Orden de Santiago; miembro del Consejo de su Majestad Felipe II, Capitán General del Mar Océano y de la gente de guerra del reino de Portugal.

Almirante español del siglo XVI célebre por el uso de galeones de guerra y por utilizar por primera vez infantería de marina para realizar operaciones anfibias.

El escudo familiar es un tablero de ajedrez, según un dicho popular, por hallarse jugando a este juego antes de la batalla, aunque lo más lógico sea que proceda del valle navarro de Baztán.

En el de los marqueses de Santa Cruz se han añadido las ocho cruces de San Andrés que rodean al tablero de ajedrez.

Álvaro de Bazán y Guzmán era descendiente de Íñigo López, hermano de Lope Iñiguez, 5º señor de Vizcaya, la familia Bazán tenía ascendencia navarra.

Ya en el siglo XIV, Juan González de Bazán se instaló en Castilla y fue nombrado por el rey Enrique II de Castilla su Camarero Mayor (jefe de la cámara del rey de Castilla), recibiendo varias villas en tierras de Valladolid.

El linaje Bazán siguió sirviendo a los reyes de Castilla y a finales del siglo XV estaba ya emparentado con lo más granado de la nobleza castellana.

Su abuelo, también llamado Álvaro de Bazán, sirvió a los Reyes Católicos, siendo Capitán General en la Guerra de Granada.

En 1.487 conquistó la villa de Fiñana que le fue concedida como señorío y además recibió el cargo de mayordomo de la encomienda de Castroverde.

Su padre, Álvaro de Bazán “el Viejo” fue un gran marino. En la Guerra de las Comunidades de Castilla levantó una hueste a su costa.

En 1.526 sustituyó a Juan de Velasco en el cargo de general de galeras de España.

Entre otras acciones militares, Bazán “el Viejo” se destacó por la toma de One en Tremecén y su participación en la Jornada de Túnez, junto a Carlos I de España.

Nombrado capitán general del Mar Océano, derrotó a los franceses en la batalla naval de Muros.

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Primeros años

Álvaro de Bazán y Guzmán nació en Granada (en la actual confluencia de la calle Reyes Católicos y Gran Vía, donde se abre la Plaza de Isabel la Católica) donde se encontraba destinado su padre, quien ese mismo año tomó posesión como Capitán General de las Galeras de España.

Su madre, Ana de Guzmán, era descendiente inmediata del conde de Teba y marqués de Ardales.

A fin de que su hijo se iniciara en la vida social a tenor de su alcurnia, Álvaro de Bazán “el Viejo” solicitó al rey Carlos I de España un hábito de Santiago cuando contaba menos de tres años.

El emperador concedió la petición en una cédula especial dictada en Toledo en 1.529.

Otra cédula expedida en Madrid en marzo de 1.535 le nombró “Alcaide del Castillo de Gibraltar” con solo ocho años.

Con este nombramiento pretendió premiar los actos de su familia e incentivar los deseos del niño de emular a su padre en el servicio de Carlos I.

Así el emperador indicaba:

[…]Acatando vuestra suficiencia y habilidad y los muchos y leales servicios que el dicho vuestro padre nos ha hecho y esperamos que vos nos haréis[…]

O´Donnel, H. (1998, p. 275)

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Desde muy joven tomó parte en numerosos combates navales, primero acompañando a su padre, luego como capitán de navío y, posteriormente como responsable marítimo del estrecho de Gibraltar.

Con 9 años corría por la cubierta de la nave capitana de su padre haciendo así su aprendizaje náutico. Tuvo por tanto desde bien pequeño oportunidad de establecer contacto con un ambiente marinero.

Su ayo (es el nombre del servidor que en las casas reales, donde era uno de los oficios de Corte, las casas nobles y las familias ricas se encargaba de la educación inicial y custodia de los niños y jóvenes, a modo de tutor. Previamente, los lactantes estaban al cuidado de amas de cría o nodrizas) fue Pedro González de Simancas, que le proporcionó una instrucción humanística muy esmerada y le hizo tener en gran estima a poetas y humanistas, a los que siempre protegió y de los que fue mecenas.

En 1.538 acompañó por primera vez a su padre en una de sus expediciones, aunque se desconocen los detalles del itinerario.

Junto a su padre adquirió experiencia y práctica sobre las maniobras marineras.

A los 17 años se trasladó a Santander con su padre, donde tomó conocimiento de la tradición marinera del norte con sus distintos modelos de naves.

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Participó junto a su padre en la batalla de Muros (1.544) en la costa gallega, que terminó con una rotunda victoria española que causó en los franceses 3.000 bajas.

Tras la victoria, su padre le concedió el mando de la escuadra mientras él se dirigió a Santiago de Compostela en acción de gracias y después a Valladolid a informar de la victoria al príncipe Felipe.

Todavía en el reinado de Carlos I consiguió el mando de una armada independiente, cuya misión fue guardar las costas meridionales de España y proteger la llegada de la Flota de las Indias.

Gracias a este mando se enfrentó a los corsarios franceses e ingleses y a los piratas berberiscos que operaban desde sus bases atlánticas.

A los 24 años, el 19 de marzo de 1.550 contrajo matrimonio con Juana de Bazán y Zúñiga, hija de los condes de Miranda, teniendo como descendencia cuatro hijas y un hijo, Álvaro II de Bazán.

En 1.554 fue nombrado capitán general de la Armada con solo 28 años.

En 1.556 realizó una arriesgada acción frente al cabo de Aguer, rindiendo dos barcos ingleses que llevaban armas y municiones a Fez.

Álvaro de Bazán y Guzmán, tras el desastre de Los Gelves, en el que no participó, acudió con sus galeras en apoyo a las guarniciones de Orán y Mazalquivir, durante el sitio otomano de 1.563, salvando las plazas de caer en manos berberiscas.

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En estos tiempos Badis y el peñón de Vélez de la Gomera se habían convertido en un nido de piratas turcos y berberiscos.

El 23 de julio de 1.563 zarpó de Málaga una flota compuesta por 50 galeras bajo el mando de Sancho de Leyva.

Se efectuó un desembarco en la costa próxima al peñón de forma un tanto desorganizada y tras algunas escaramuzas, Sancho de Leyva consideró prudente ordenar la retirada.

Casi todos los oficiales apoyaron su opinión, pero no así Álvaro de Bazán, quien observó que abandonar sería ir contra las órdenes del rey y daría moral a los berberiscos y turcos.

A pesar de todo, Sancho de Leyva ordenó el reembarco de las tropas.

A principios de agosto la armada estaba de vuelta en Málaga.

Tras la marcha, los piratas volvieron a atacar las costas españolas con más insistencia, por lo que Felipe II insistió en la necesidad de tomar Vélez de la Gomera.

Pasado un año se emprendió de nuevo el intento. En esta ocasión la flota tenía 100 navíos bajo el mando de García Álvarez de Toledo y Osorio, quien contó con Álvaro de Bazán como lugarteniente.

La flota zarpó de Málaga el 29 de agosto de 1.564 y la empresa fue un total éxito, quedando el 6 de septiembre en manos españolas en un combate que causó pocas bajas a las tropas españolas.

El Imperio Otomano intentó dar un golpe de mano tomando Malta, con la intención de que le sirviese de base para la posterior conquista de Sicilia.

La resistencia heroica de los malteses detuvo a la formidable flota de Piali Pachá.

El socorro de la plaza por las tropas españolas fue mérito casi exclusivo de Álvaro de Bazán, quien siguió adelante con la empresa de apoyo a pesar de la reticencia de gran parte de la corte de Felipe II.

En 1.566 fue nombrado Capitán General de las Galeras de Nápoles y poco después, el 19 de octubre de 1.569, Felipe II le concedió el título de marqués de Santa Cruz de Mudela por sus méritos, aunque se cuenta que ganó el título cuando el rey se compadeció de él al verlo estar al sol y le mandó cubrirse, y al agradecérselo aquél, el monarca le dijo:

“[…]por el sol, Señor marqués, por el sol[…]

Durante estos años se dedicó a patrullar las costas italianas, reduciendo notablemente los ataques corsarios.

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La batalla de Lepanto

En 1.570 todo parecía confluir para que se produjera un choque entre las potencias cristianas y el Imperio otomano.

Por un lado, el poder del sultán turco era cada vez mayor en el norte de África, lo que representaba una amenaza para el Imperio español, por cuanto hacía posible un desembarco otomano en la Península Ibérica en ayuda de los moriscos hispanos.

Por otra parte, la invasión de Chipre por las tropas de Selim II llevó a Venecia a decantarse por la acción.

El 25 de mayo de 1.571 se firmaron en Roma las capitulaciones de la Santa Liga que unió al Imperio Español, el Papado, la Serenísima República de Venecia, el Gran Ducado de Toscana, la República de Génova y el Ducado de Saboya.

La Santa Liga tenía como fin la destrucción de las fuerzas de los turcos, que eran declarados enemigos comunes y quedaban dentro del ámbito de la acción Túnez, Argel y Trípoli.

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Se nombraron tres comandantes.

Por el Papado: Marco Antonio Colonna

Por Venecia: Sebastián Veniero

Por el Imperio español: don Juan de Austria, quien ostentó el mando militar supremo de la Santa Liga.

La flota reunida por la Santa Liga estaba compuesta por 207 galeras, seis galeazas y 76 buques ligeros.

Álvaro de Bazán y Guzmán se unió con las 30 galeras de la Escuadra de Nápoles el 5 de septiembre de 1.571.

Desde el principio dio muestras de prudencia en sus consejos y se convirtió en uno de los más eficaces colaboradores de Don Juan de Austria a quien que buscase sin demora un enfrentamiento contra el enemigo porque comenzaban a surgir roces entre los aliados.

En el orden de combate Don Juan de Austria le dio a Álvaro de Bazán la misión de hacerse cargo de la retaguardia para socorrer aquellas zonas donde existiese más peligro para la armada cristiana.

Para esta tarea se le asignaron 30 galeras, más una agrupación de embarcaciones menores.

El 7 de octubre de 1.571 tuvo lugar la batalla de Lepanto.

Su escuadra quedó a media milla, por la popa, de la línea de frente.

Álvaro de Bazán fue responsable de que la flota cristiana partiese muy de mañana y formara quince millas afuera del golfo de Patras.

Al comenzar el combate, Agostino Barbarigo, quien se encontraba al mando del ala izquierda cristiana, se separó de la formación, dejando un canal libre por el que la flota otomana podía amenazar la formación cristiana por el flanco.

El ala otomana mandada por Mohamed Sirocco intentó envolver a Barbarigo, pero Álvaro de Bazán envió a 10 galeras, bajo el mando de Martín de Padilla que decidió la situación en el flanco izquierdo, ya que los barcos otomanos quedan encerrados en una pinza y empujados contra la costa.

En el centro de la batalla, la galera La Real, nave capitana de Don Juan de Austria, se abalanzó contra la nave capitana turca de Alí Bajá, La Sultana, y ambas naves se enzarzaron en un combate cerrado.

Marco Antonio Colonna apoyó a la nave de Don Juan de Austria, situándose a la retaguardia de La Sultana y aislándola de socorro y refuerzo.

Álvaro de Bazán envió a 10 galeras y un grupo de fragatas y bergantines para apoyar el éxito que puede suponer la captura de la nave capitana otomana.

Como resultado de este refuerzo, el centro otomano quedó totalmente deshecho.

En el flanco derecho cristiano las cosas siguieron un rumbo distinto.

Juan Andrea Doria quedó retrasado con respecto al resto de la formación cristiana y Uluj Alí sobrepasó la retaguardia del genovés y se dirigió al centro del combate.

Doria fue tras él intentando darle alcance pero no puede detener su avance.

Uluj Alí atacó a varias galeras de la Orden de Malta pero Álvaro de Bazán en persona, con las diez galeras que quedaban en retaguardia, pudo salvar la situación y obligar a Uluj Alí a emprender la retirada.

Álvaro de Bazán fue el hombre clave en la victoria de Lepanto, sus órdenes salvaron la situación de la flota cristiana en tres momentos críticos y actuó en cada momento de la forma correcta maximizando los pocos recursos que tenía.

Tras la Batalla de Lepanto, Álvaro de Bazán participó en la ofensiva que Don Juan de Austria dirigió con éxito sobre Túnez.

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En diciembre de 1.576 fue nombrado Capitán General de las Galeras de España.

Intervino también en otras campañas como: el desembarco para la ocupación de Portugal en 1.580, la toma de las islas Azores y la derrota de la armada francesa.

Su muerte en 1.588 impidió que mandara, como estaba previsto, la expedición de la Armada Invencible

Anteriormente esta calle exhibió el rótulo de calle en Proyecto en el año 1.961.

El actual rótulo, Álvaro de Bazán (calle), procede de un acuerdo municipal de abril de 1.964.

NOTA

Calles de Valencia y su historia. Álvaro de Bazán (calle)

Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

  • Archivos autores

  • Archivo del Reino de Valencia

  • Archivo Histórico Municipal

  • Biblioteca valenciana

  • Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia

  • Archivo de la Diputación provincial de Valencia

  • Hemeroteca valenciana

  • Wikipedia

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea.

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