Ambaixador Vich (calle)

Ambaixador Vich (calle)

Distrito: Ciutat Vella

Barrio: La Xerea

Las calles de Valencia y su historia. Ambaixador Vich (calle)

Jerónimo Vich y Valterra (Valencia, 1.459 – Valencia, 1.534).

Aristócrata y diplomático español.

Diplomático, sirvió en la corte de Juan II de Aragón.

A la muerte de su padre pasó a regir las baronías Llaurí, Benihomer, Beniboquer y los castillos y valles de Gallinera y Ebo.

Participó en las cortes que se celebraron en Orihuela en 1.488

Jeronimo Vich, señor de estas baronías, era hijo primogénito de Luis Vich y de Corbera, Maestre Racional del rey de Aragón, y de Damiata de Valterra.

Los Vich, representantes de una nobleza moderna, alejada de arquetipos medievales, eran servidores del Estado.

Desempeñaban cargos gubernamentales, diplomáticos y militares.

En este contexto, Jerónimo Vich fue designado por la Corona embajador en Roma para el concilio Lateranense y Carlos I de España y V de Alemania lo confirmó en tal cargo, que desempeñó con gran habilidad desde 1.507 hasta 1.521, en una época de grandes tensiones internacionales.

Acompañó a Italia a Fernando El Católico en la primera década del siglo XV.

Llegó a Roma en 1.507 y representó a España durante los pontificados de Julio II y León X, siendo testigo de los importantes acontecimientos históricos y artísticos del renacimiento italiano.

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Mandó construir en esta calle entre los años 1.510 y 1.520 “el más maravilloso palacio renacentista que ha tenido la ciudad de Valencia”, al más puro estilo del Cinquecento.

Jerónimo Vich jugó a partir de este momento un papel determinante en la introducción del gusto renacentista en la Valencia de comienzos del siglo XVI, contribuyendo, junto al crecimiento económico y demográfico de la ciudad y el desarrollo artístico y literario, a convertirla en una de las principales capitales culturales y de difusión del Renacimiento.

Estaba casado con Violante Ferrer.

Jerónimo Vich mostró, a lo largo de su vida, gran interés por las artes.

Reunió una importante biblioteca y colección de pinturas, donadas mayoritariamente al Monasterio de La Murta, en Alcira, al cual estaba muy vinculada su dinastía.

Financió la Iglesia del monasterio, que había impulsado su hermano, el cardenal Guillén Ramón Vich y Valterra, y la convirtió en panteón exclusivo de la familia.

Jerónimo también dotó la capilla familiar con una Verónica, y un retablo de alabastro representando el Bautismo que hizo traer de Italia.

Encontrándose en Roma, encargó a Sebastiano del Piombo en 1.516 un tríptico del que subsisten dos pinturas: Lamentación sobre el cadáver de Cristo (Museo del Ermitage, San Petersburgo) y el Descenso de Cristo al Limbo (Museo Nacional del Prado).

La tercera obra se da por perdida, pero del tríptico completo se conoce una copia de Francisco Ribalta conservada en Olomuc (República Checa).

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También adquirió Vich un Cristo con la cruz a cuestas igualmente de Piombo, y lo vinculó al patrimonio familiar.

No obstante, su bisnieto Diego Vich, entregó este lienzo a Felipe IV en pago de ciertas deudas.

Destinado a la sacristía del Monasterio de El Escorial, permaneció allí hasta su ingreso en el Museo Nacional del Prado en 1.839.

A su regreso de Italia, encargó su nuevo palacio en Valencia, acabado en 1.527, que fue dotado de la belleza renacentista que había conocido en Italia.

En él destacaba el patio, con elegantes columnas clásicas, capiteles, arcos, cornisas y frontones.

Estaba construido en mármol blanco de Carrara, con ocho columnas con capiteles de estilo corintio de fina labra, siendo triples las columnas situadas en cada uno de los cuatro ángulos del patio.

El palacio fue derribado de su lugar de origen (en la actual calle del Embajador Vich) en 1.859, salvándose las piezas de mármol del patio, que fueron desmontadas.

La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia, custodió estos elementos que se habían podido salvar del derribo hasta 2.007, en cuyas instalaciones se volvió a montar el patio devolviéndole su esplendor y colorido.

Con este motivo el Museo San Pío V celebró una exposición de pinturas relacionadas con la familia Vich.

El nombre de esta calle, Ambaixador Vich (calle), se cita en una providencia del Almotacén de noviembre de 1.705.

Se debe a que en esta calle estaba la casa, que luego se llamó dels Salicofres por la existencia del comercio de estos alemanes, desde muy antiguo se conoció como Casa del Embajador Vich, por haber sido la residencia del mismo

Este rótulo actual, Ambaixador Vich (calle), se admite como fecha de este noviembre de 1.705, siendo rotula por el Almotacén.

NOTA

Las calles de Valencia y su historia. Ambaixador Vich (calle)

Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

Fuentes consultadas:

Otras Fuentes

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea.

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