Rodrigo de Osona (calle)

Rodrigo de Osona (calle)

Distrito: Camins al Grau

Barrio: Camí Fondo

Las calles de Valencia y su historia. Rodrigo de Osona (calle)

La calle Rodrigo de Osona comienza en la calle Islas Canarias, 36 y finaliza en la calle Asturias.

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Rodrigo de Osona

Rodrigo de Osona “el Viejo”. (¿Valencia?, hacia 1.440 ó 1.445 – 1.518).

Pintor.

Rodrigo de Osona “el Viejo” debió nacer en Valencia hacia 1.440 o 1.445.

Hoy se acepta que se formó con Bartolomé Bermejo en ocasión de la primera estancia de este en la ciudad del Turia, pero es posible que tuviera formación artística anterior y que con Bermejo no hiciera sino completar sus conocimientos y mejorar sus recursos artísticos.

El primer documento que cita a Rodrigo de Osona data del 1 de septiembre de 1.463 y es el registro de artesanos con obrador abierto en Valencia, donde consta ya como “pictor Valencie civis”.

El hecho de tener un hijo llamado Francisco de Osona, a quien la historiografía ha dado en llamar Rodrigo de Osona “el Joven” ha sido asunto muy conflictivo para el estudio de su personalidad artística puesto que los estilos de ambos son muy difíciles de limitar y, en la práctica, como Francisco se forma con su padre, a día de hoy, es imposible diferenciarlos y se ha acuñado la fórmula de laboratorio de arte “los Osona” para aludir a la producción de ambos.

Lo cierto es que los Osona trabajaron codo con codo en el obrador paterno y afrontando juntos unas mismas empresas artísticas, que contrataban y cobraban firmando los documentos notariales con el mismo título de “magíster”.

A ello debe añadirse que Osona “el Viejo” murió en 1.518, mientras que Osona “el Joven” falleció en 1.514, de modo que la obra del joven nunca se desligó de la de su padre y ello dificulta aún más la fijación diferenciada de ambas personalidades artísticas.

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Obviamente, el padre, por ser más viejo, comenzó a contratar en solitario.

De este modo, en la primera producción de Osona “el Viejo”, puede estudiarse su estilo personal sin intervención ninguna de su hijo.

El ser maestro en el año 1.463 confiere verosimilitud a la idea de que se formó dentro de la corriente flamenquizante de Valencia que desarrollaban artistas como Dalmau, Alincbort, Jacomart, Barmejo y Joan y Pere Reixac.

De todos los flamencos valencianos el que más influyó en sus creaciones fue Bermejo, que marcó muchos aspectos en lo formal y en lo técnico, si bien Osona no fue capaz de lograr los poderosos tratamientos lumínicos de Bermejo que, con la proyección de sombras, dotaba de monumentalidad a las composiciones y figuras.

En abril de 1.464 Rodrigo Osona pintó el desaparecido retablo del Hospital dels Beguins de Valencia.

El 13 de marzo de 1.476 compró por 3.000 sueldos dos casas en la parroquia de San Martín de Valencia.

El 20 de abril de 1.476, Rodrigo firmó la capitulación ante el vicario de la iglesia parroquial de San Pedro Mártir y San Nicolás de Valencia, en donde se comprometía a fabricar un retablo dedicado a la Crucifixión.

Este retablo es la primera obra documentada de Osona “el Viejo” llegada a nuestros días (con la tabla central in situ) y en ella refleja la influencia flamenca de Bermejo, y la muy lejana influencia del modo de hacer de Jacomart y Joan Reixac.

Se trata de una pintura al óleo de gran fuerza expresiva y colorido análogo al que usaba Bermejo, con una honda y sutil preocupación por la representación del paisaje y la luz, así como figuras vigorosas.

Aparte de la herencia valenciana y del notable influjo de la pintura flamenca, Rodrigo de Osona supo adherirse a las novedades del lenguaje italiano como demuestran los atractivos relieves que aparecen en la predela del retablo de la Crucifixión, de claro influjo italiano.

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Otras obras de esta primera etapa son los Santos Juanes de la parroquia de Santa María de Alicante, la Piedad del Museo de Bellas Artes de Valencia y las tablas del Nacimiento y Epifanía del Museo del Prado y el San Pedro entronizado que, pintado entre los años 1.480 y 1.485, procede de la Catedral de Valencia y se conserva hoy en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

El vacío documental existente entre los años 1.464 y 1.476 ha hecho especular a los investigadores con la posibilidad de que Osona hubiera viajado a Flandes, pues, a partir de 1.476, se advierte una creciente influencia de Hugo van der Goes, Rogier van der Weyden, Diek Bouts o Joost van Wassenhove.

Sin embargo, tal viaje está rotundamente indocumentado y la afirmación del mismo no pasa más allá de una hipótesis verosímil.

Sobre la primera formación artística dentro del estilo gótico flamenco, Osona recibió la influencia del quattrocento italiano introducido en el ambiente valenciano por Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano, cuyas primeras obras datan de 1.472, que dieron a la pintura de Osona un aspecto más idealizado y sereno, visible, por ejemplo, en la incorporación de elementos clásicos a las composiciones (capiteles, sarcófagos, columnas, etc.), e incluso, con lejanos ecos de Leonardo da Vinci llegados a Osona a través de los Hernandos.

Genera entonces, Rodrigo Osona, un estilo propio, un tanto ecléctico, que es el que domina en la tabla del Cristo portando la Cruz entre dos sayones, de colección particular, pintado entre 1.510 y 1.515.

Otras obras que deben estudiarse dentro de este segundo período ecléctico son el San Miguel pesando almas procedente de la parroquia de Guadassequies y conservada actualmente en la Catedral de Valencia, en la que el modelo iconográfico usado para representar al san Miguel ya nada tiene que ver con el arte de Bermejo, sino que se relaciona con el San Miguel de Reixac conservado en la Galería Parmiggiani de Regio Emilia, mientras que el tratamiento de paisaje sigue fiel a los tipos de Bermejo; la imagen del demonio se relaciona con el San Miguel de Colijn de Coter, de la segunda mitad del siglo XV, que hoy se conserva en la Universidad de Bob Jones en Greenville (Estados Unidos).

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En fecha posterior a 1.481 Bartolomé Bermejo abandonó Zaragoza y se estableció por breve tiempo en Valencia trabando nuevamente relación con Osona.

Estando en Valencia, Bermejo pintó el panel central del retablo de la Virgen de Montserrat, citada en muchas publicaciones como Virgen de Montferrato.

Se trata de un encargo hecho por el mercader piamontés Francesco della Chiesa, que vivió en Valencia entre los años 1.476 y 1.492, con destino a la capilla funeraria que poseía en la Catedral Acqui Terme (Italia), su ciudad natal.

El contrato preveía que debía pintarse un tríptico con la Virgen de Montserrat en la tabla central y en las tablas batientes, al interior, imágenes de San Francisco y San Sebastián, el Nacimiento de la Virgen y la Presentación en el templo, y al exterior, en grisalla, la Anunciación.

La tabla central es considerada una de las obras maestras de Bermejo, pero, como tantas otras obras de Bermejo, el conjunto quedó inacabado.

Después de haber terminado la tabla central y cobrarla, se negó a ejecutar las laterales.

Francesco della Chiesa hubo de contratar la terminación de las alas batientes del tríptico con Rodrigo y Francisco de Osona.

En realidad, el tríptico de Acqui es una de las obras más internacionales salidas de los pinceles de Bermejo pues no deja de ser un tríptico flamenco, pintado en Valencia por un artista andaluz, con una Virgen catalana y destinado a una catedral italiana.

En 1.500 Rodrigo de Osona contrata con su hijo el retablo de San Dioniso Areopagita.

Poco después pinta el retablo de la Virgen de la Leche de la parroquia de Jesús de Ibiza, pintado después de 1.498.

El 3 de marzo de 1.510 cobró 9 ducados por encarnar el Crucifijo de la Catedral de Valencia.

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En 1.513 todavía consta que pagó la tasa real de Valencia de 15 sueldos frente a los 5, 7 y 10 que pagaban la mayoría de los maestros pintores coetáneos.

Rodrigo de Osona contrajo matrimonio con Juana Prats y tuvo cuatro hijos: Francisco, que aprendió a pintar con su padre y fue su principal colaborador llamado Osona “el Joven” para diferenciarlo del padre, Miquel, que fue presbítero, Jeroni, de profesión ignota, e Isabel, que casó con el terciopelero Mateu Sabater.

Rodrigo Osona “el Viejo” hizo su testamento el 3 de febrero de 1.518 y debió de morir en fecha inmediatamente posterior.

El rótulo actual, Rodrigo de Osona (calle), fue autorizado por decisión municipal de julio de 1.975.

NOTA

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Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea.

  • Vicente Gascón Pelegrí. Prohombres valencianos en Los últimos cien años, 1.878-1.978. Valencia.

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873