Lérida (calle)

Distrito: Zadia

Barrio: Morvedre

Lérida (Oficialmente en catalán Lleida).

La calle Lérida comienza en la calle de Sagunto y finaliza en la avenida de la Constitución.

Capital de la provincia homónima y de la comarca del Segriá, situada en la comunidad autónoma de Cataluña.

Limita al noroeste con Huesca, Almacellas, Tamarite de litera, etc.; al norte con Alpicat, Torrefarrera y Torreserona; al nordeste con Corbins y Alcoletge; al oeste con Alcarrás; al este con Bell Lloch y Alamús; al suroeste con Montoliu y Sudanell; al sur con Albatarrech, Alfés y Aspa; y al sureste co n Artesa de Lérida y Torregrossa.

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Las calles de Valencia y su historia. Lérida (calle)

Superficie: 211,7 km²

Población: 143.094 habitantes (según el censo del I.N.E. de 2.023)

Densidad de Población: 648,69 hab./km²

Las calles de Valencia y su historia. Lérida (calle)

Historia

Existen pruebas de asentamientos en el área de la ciudad de Lérida desde al menos la Edad del Bronce.

Desde el siglo VI a. C. y hasta la conquista romana, Lérida se convirtió en la principal ciudad de los ilergetes, un pueblo ibero que la denominó Iltirta.

Los romanos la denominaron Ilerda y en los tiempos del emperador Augusto recibió la condición de municipio.

Entre los años 716-719 la ciudad fue invadida por los musulmanes y reconquistada en 1.149 por las tropas de Ramón Berenguer IV y Ermengol VI.

En 1.150 recibió la Carta de Población.

Jaime II en 1.300 funda el Estudio General de Lérida, que sería la primera universidad de Cataluña y de la antigua Corona de Aragón, así como la tercera de España.

Iltirta (la Lérida en tiempos de los íberos) era la capital de los ilergetes. Sus caudillos más famosos fueron Indíbil y Mandonio que estaban aliados con los cartagineses contra los romanos.

El 215 a. C. fue un año decisivo; tuvo lugar la batalla del Ebro, donde Asdrúbal, hermano de Aníbal y comandante del ejército cartaginés cae derrotado frente a los romanos; sus aliados Indíbil y Mandonio serían finalmente dominados el año 206 a. C.

Pero el año 195 a. C. trajo consigo una nueva e importante insurrección de las tribus ilergetas, lacetanas y ausetanas que fue sofocada por el cónsul Marco Porcio Catón y que supuso la muerte de los caudillos ilergetas Indíbil y Mandonio.

El final de la segunda guerra púnica traería consigo la romanización y asimilación por parte de las estructuras indígenas de la cultura romana.

Iltirta se convertiría en Ilerda.

Año 49 a. C. Julio César libró una batalla de la guerra civil contra Cneo Pompeyo Magno delante de sus murallas.

Una época oscura, por los pocos datos que se tienen, fue la de la dominación visigoda aproximadamente desde el año 375 al 716.

Los musulmanes se apoderaron de Lérida con facilidad en el año 714.

La ocupación se produjo entre el 716 y 719, en que el emir Al-Aahm y después Al-Hur hicieron capitular a la ciudad, en tratos que se respetaron.

Posteriormente, el magnate aragonés Fortún se convirtió al islam para mantener el poder lo que ayudaría a la sumisión del pueblo.

El rey franco Ludovico Pío saqueó la ciudad en el 801, a los pocos días Amrus Al-Leridi la recuperó así como el resto de los territorios entre el 802 y el 809.

Estas escaramuzas provocarían el endurecimiento del trato hacia los mozárabes, que finalmente tuvieron que emigrar.

Siglo IX los tugibíes constituyeron un reino de taifa, aunque fingiendo cierta fidelidad al emir de Córdoba.

El último rey de Lérida fue Sulayman Sayyid-ad-Dawla, destronado por los almorávides en 1.102; estos usaron Lérida como base de incursión en los condados catalanes.

La ciudad se rindió a las tropas cristianas de Ramón Berenguer IV de Barcelona y de Ermengol VI de Urgel en 1.149.

Se otorgó la Carta Puebla a la ciudad en 1.150 en la que se nombraba como señor de la ciudad a Guillem Ramon I de Montcada, senescal de Barcelona. 1.264 Jaime I “el Conquistador”, rey de la Corona de Aragón, otorgó a la ciudad el Privilegio de Concesión de la Paería, que en adelante sería la forma del gobierno municipal. En 1.232 el mismo monarca concedió a la ciudad el Privilegio de Concesión de la Feria de San Miguel. 1.297, Jaime II fundó el famoso Estudio General (Studium Generale), gracias a una bula pontificia de Bonifacio VIII. El Estudio General es, por tanto, la universidad más antigua de la Corona de Aragón, y permaneció activa hasta 1.717, cuando Felipe V ordenó su cierre y la destrucción del burgo universitario.

Los siglos siguientes estuvieron marcados por la recesión, agravados por guerras y epidemias que culminaron con la sublevación de Cataluña (1.640-1.652).

La ciudad quedó deteriorada a causa de la destrucción provocada por el sitio borbónico de 1.707, el cual comportó la destrucción de la mayor parte de la ciudad para construir la ciudadela, además de militarizar toda la ciudad y sus instituciones.

Finalmente, con el decreto de Nueva Planta (1.714), Lérida perdió sus fueros y la Universidad.

La Seo Vieja, cerrada al culto desde 1.797, se convirtió en cuartel militar.

Durante el siglo XVIII, la ciudad recuperó su imagen y dimensión.

Bajo el reinado de Carlos III se construyó la Catedral Nueva.

Sus nuevos planteamientos ilustrados aportaron figuras, como el Marqués de Blondel y el Barón de Maials, que dieron a la ciudad una fisonomía urbanística acorde con su papel de capital de la provincia, y la aplicación a los cultivos de los nuevos estudios de agronomía.

A comienzo del siglo XIX, Lérida sufrió una nueva invasión, la napoleónica, en el transcurso de la Guerra de Independencia por un ejército del mariscal Suchet, y fue recuperada para los españoles por tropas del general Copons gracias a una audaz estratagema debida al militar y aventurero español de origen flamenco Juan Van Halen y Sartí, luego teniente general, que posteriormente por el mismo medio consiguió la toma de Mequinenza y del castillo de Monzón.

El ferrocarril llegó a la ciudad en 1.860.

Tras la guerra civil española disminuyó la población.

En noviembre de 1.937 la ciudad sufrió un grave bombardeo por parte de la aviación del bando sublevado.

Por su parte, entre 1.938 y 1.940 el Castillo de Lérida se convirtió, como ha constatado Gerard Pamplona, en un campo de concentración de prisioneros; en este fueron encerrados más de 20.000 prisioneros republicanos y los fallecidos enterrados en el cementerio de la ciudad, aunque posteriormente fueron enviados al Valle de los Caídos.

Anteriormente esta calle fue conocida como número 109 del Plano.

El rótulo actual, Lérida (calle) fue autorizado por decisión municipal de abril de 1.959.

NOTA

Las calles de Valencia y su historia. Lérida (calle)

Se ha utilizado en esta relación el orden oficial numérico de los distritos municipales, dentro de estos se ha utilizado el orden alfabético de los barrios, y dentro de estos, el orden alfabético de los rótulos.

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea.

  • Vicente Gascón Pelegrí. Prohombres valencianos en Los últimos cien años, 1.878-1.978. Valencia.

  • Nomenclator de las puertas, calles y plazas de Valencia. Manuel Carboneres. 1.873