Albacete (calle)

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Albacete (calle)

Distrito: Extramurs

Barrio: Arranca Pins

Las calles de Valencia y su historia. Albacete (calle)

Albacete, ciudad y un municipio de España en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, capital de la provincia homónima. Localizada en el sureste de la península ibérica y de la meseta Central, en la región histórica de La Mancha, concretamente en la comarca tradicional de La Mancha de Montearagón, se encuadra dentro de la comarca de Los Llanos, de la que es su único municipio, en el Levante, en su límite más occidental. Es, ampliamente, la ciudad más grande y más poblada de Castilla-La Mancha, con 172.426 habitantes (según censo de 2016), experimentando, desde mediados del siglo XX, un crecimiento demográfico muy importante. Es la capital más poblada de la submeseta sur tras Madrid y una de las ciudades de interior más pobladas de España. Su área metropolitana, que asciende a 219.121 habitantes, es la mayor de Castilla-La Mancha y una de las veinte mayores aglomeraciones urbanas del país. El término municipal de Albacete es el séptimo más extenso de España, con sus 1.125,91 km².

Los orígenes de la ciudad son inciertos, aunque las primeras certezas de su existencia se encuentran durante el dominio andalusí de la zona, habiendo sido llamada la ciudad originalmente البسيط Al-Basit, en árabe «El Llano» en alusión al carácter planiforme de la geografía del lugar. Desde el comienzo del siglo XX, la ciudad fue cobrando importancia, albergando la Compañía Española de Aviación o, durante la Guerra Civil Española, la sede del Cuartel General de las Brigadas Internacionales.

Pascual Madoz en su célebre Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar estima como probables dos hipótesis sobre el topónimo de Albacete. En primer lugar destaca la propuesta sugerida por Bernardo Espinalt y García, que estima que la ciudad fue fundada por los cilicios, quienes la denominaron Celtide, apoyándose en Liutprando; in Hispaniam venientes Celtide vocaverunt hunc locum, quem mauri vocan Albacene corrupte. La segunda hipótesis señala que su origen puede ser la Alaba de los celtíberos, mencionada por Plinio y Ptolomeo, que pudo derivarse en Alba civitas, que con posterioridad se convertiría en Albacete.

Según las crónicas de la época, poco más tarde, en 1.146, tuvo lugar en las inmediaciones de lo que hoy es la ciudad de Albacete, una batalla que le costó la corona y la vida al rey levantino Sayf al-Dawla (Zafadola), muerto por soldados del reino de Castilla.

Tras la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1.212, el rey de Castilla Alfonso VIII rompió las defensas almohades, tomó la fortaleza de Alcaraz un año más tarde y se adentró en los despoblados y desprotegidos territorios de La Mancha Albacetense. La pequeña Al-Basit fue tomada en 1.241, bajo el reinado de Fernando III el Santo de Castilla por Pelayo Pérez Correa, (quien también tomaría amplias zonas del Levante) forzando así el tratado de Alcaraz en 1.243 por el que toda la Taifa de Murcia pasó a ser dominio castellano. Albacete fue administrada como aldea por la villa de Chinchilla ya en 1.269, dentro del poderoso concejo de Alarcón.

En la historia de la provincia de Albacete, y en general, en la historia de la Edad Media española, tiene un gran peso la figura de don Manuel, hermano del rey Alfonso X el Sabio, que había logrado un importante señorío tras la conquista de los reinos musulmanes levantinos.

El señor del Marquesado de Villena inició una ingente labor de repoblamiento, con la esperanza de triunfar allí donde el rey y la Orden de Santiago habían fracasado. Mediante el privilegio de villazgo, promulgado en la localidad conquense de Castillo de Garcimuñoz en 1.375, se concedió a Albacete el título de villa independiente de Chinchilla. No obstante, el señorío de Villena y más tarde marquesado, padecería numerosas vicisitudes en los años siguientes. Durante un lustro, las tierras Albaceteñas son escenario de un conflicto bélico entre los partidarios de los Reyes Católicos y los de Juana la Beltraneja, apoyada por don Diego López Pacheco, segundo marqués de Villena. El fin del Marquesado de Villena se inicia en marzo de 1.475, con la sublevación de Alcaraz y todo su Concejo, iniciándose así la Guerra de Sucesión Castellana.

Será durante los siglos XIV y XV cuando se erijan en distintos puntos de la villa tres fortalezas localizadas en los tres puntos con mayor altitud; una situada en la actual plaza de las Carretas, otra en la «Villanueva» o Alto de la Villa, actualmente Villacerrada, y la tercera en el Cerrillo de San Juan, actual plaza Virgen de Los Llanos.

Finalmente, los Reyes Católicos y sus partidarios ganan la contienda y la Corona se apropia de todas las villas, expropia el Marquesado y las encomiendas de la Orden de Santiago, y hace sentir el peso de la nueva política. La nobleza, aún la perdedora, fue compensada con creces y las ciudades vieron recortados sus fueros y privilegios.

Los sucesos históricos que convulsionan Castilla en los siglos siguientes, afectan a Albacete de diversas maneras. Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla y salvo un breve período la capital, igual que otras grandes villas, permanecen fieles a la monarquía.

Edad Moderna

Durante el siglo XVI, Albacete continuó su lento, aunque progresivo crecimiento, llegando a contar con 5.000 habitantes. Durante este siglo, en 1.526, Carlos I regalará, entre otros, el Senorío de Albacete a su esposa, la emperatriz Isabel de Portugal, como presente de boda, permitiendo la instalación en la población de diversas órdenes monacales (franciscanos, conventos de San Francisco y de Franciscanas de la Encarnación; justinianas,convento de San Lorenzo Justiniano; o agustinos, convento de San Agustín), comenzando a erigirse también en esta época la iglesia de San Juan que posteriormente se convertiría en Catedral.

Durante el siglo XVIII, Albacete se encuentra estructurado partiendo de tres núcleos: Alto de la Villa, El Cerrico y la Cuesta, con el límite situado al norte de la ciudad, en la actual Autovía A-31. Los tres núcleos tenían una población de unos 8.000 habitantes, que durante la guerra de sucesión española tomarán partido por el futuro Felipe V de España, el cual, en septiembre de 1.710, concederá a la ciudad el privilegio de una feria franca (aunque esta ya se venía celebrando desde el siglo XIV).

Precisamente para este fin se acordó construir un recinto permanente en el paraje conocido como Santa Catalina, en las “eras” o “ejidos” situados al oeste de la villa (muy cercana al molino del Acequión), en donde durante el siglo XVII se había establecido una comunidad de franciscanos que prestó reticencia a esta actuación mediante varios pleitos.

Edad Contemporánea

Siglo XIX

La llegada del ferrocarril en 1.855 fue un revulsivo para el crecimiento de la ciudad.

La localización de Albacete, a finales del siglo XVIII aún era un lugar poco salubre debido a la gran cantidad de aguas estancadas, lo que propiciaba la aparición de enfermedades, por lo que las autoridades se plantean dos proyectos para propiciar el desagüe de las mismas, iniciándose en 1.805 la construcción del futuro Real Canal de María Cristina.

La Guerra de Independencia española (1.808-1.812) tuvo una importante incidencia en la ciudad. Entre otros hechos, el ejército napoleónico la saqueó en numerosas ocasiones.

Durante este siglo también se sucedieron varias epidemias de cólera que retrasarían el crecimiento de la población, aunque numerosos hechos marcarán el devenir futuro de la ciudad. En 1.822 se crea la provincia de Chinchilla, con capital en Chinchilla de Montearagón, de la que Albacete forma parte como un cantón de la misma. En 1.833 se configura, con algunas variantes, la actual provincia de Albacete a partir de territorios procedentes de las provincias de Cuenca, La Mancha y Murcia, logrando la ciudad el rango de capitalidad de la misma, a lo que se le sumará el establecimiento de la Real Audiencia Territorial en 1.834 (órgano jurisdiccional que abarcaba las provincias limítrofes de Ciudad Real, Cuenca, Murcia y la ya citada de Albacete), y la llegada del ferrocarril en 1.855 gracias a la construcción de la línea entre Alcázar de San Juan y Cartagena cuyo trazado transcurría por Albacete.

Habrá que esperar hasta 1.862 para que, por decreto de la reina Isabel II, Albacete logre el rango de ciudad.

Ya en 1.888 se inaugura el alumbrado eléctrico, y se empieza a asistir a la incipiente instalación de las primeras fábricas y talleres, que junto con las consecuencias de la desamortización de Mendizábal, traía consigo una gran variación en la forma de la ciudad, al aprovechar diversos conventos para configurar plazas como la del Altozano, y modificar el urbanismo de la ciudad.

Siglo XX

Albacete cuenta en 1.900 con 21.512 habitantes, y presenta unas tasas de crecimiento anual muy elevadas que se traducirán en nuevas infraestructuras. Además inician su andadura, en el sector financiero, tanto el Banco de Albacete como una caja de ahorros, y se van desarrollando incipientes infraestructuras que permiten el desarrollo de algunas pequeñas industrias como la metalurgia, la cuchillería o la alimentación, que potencian el crecimiento poblacional de la ciudad que alcanzará cerca de los 42.000 habitantes en 1930.

La historia de la aviación en Albacete comienza en la segunda década del siglo XX con la construcción en 1.916 de un aeródromo a las afueras de la ciudad (en la zona de Los Llanos y La Pulgosa), que se trasladará al paraje conocido como La Torrecica (aeródromo de La Torrecica) en 1.923, convirtiéndose dicho centro en la sede de la Compañía Española de Aviación (CEA), encargada de la formación de los oficiales pilotos, y que dará un acento de apertura e innovación para la ciudad, y que se mantendrá operativa, en su faceta instructiva, hasta 1.932 (aunque seguirá activo al tráfico civil). Albacete se convirtió así en una de las cunas de la aviación española.

Durante la Guerra Civil española, debido a la estratégica situación de la ciudad como nudo de comunicaciones, Albacete se convierte en el Cuartel General de las Brigadas Internacionales. Como el resto de España, sufre con dureza los rigores de la Guerra Civil, siendo bombardeada en diversas ocasiones. Aún hoy en día se pueden ver las huellas de la Guerra Civil, quedando los refugios antiaéreos de la Plaza del Altozano restaurados como Centro de Interpretación de la paz (ahora cerrado debido a los recortes) y con la posibilidad de ser visitados. Además, la ciudad alberga la sede del Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales.

Antes de la rotulación actual, se conocía como calle número 35 del plano del Ensanche; rotulándose esta calle por acuerdo municipal en julio de 1.946.

NOTA

Las calles de Valencia y su historia. Albacete (calle9

Conforme a lo dispuesto por el Excmo. Ayuntamiento en materia de rótulos, se han expresado éstos en lengua valenciana, salvo los de procedencia netamente castellana, los de personajes que han solicitado sus descendientes o instituciones relacionadas con los mismos el respeto a la expresión castellana o los de dudosa traducción.

 

Fuentes consultadas:

Bibliografía

  • Las calles de Valencia y pedanías, Rafael Gil Salinas y Carmen Palacios Albandea

  • Vicente Gascón Pelegrí. Prohombres valencianos en Los últimos cien años, 1.878-1.978. Valencia.